El estado de Washington demandó al estado federal y a su fiscal general Jeff Sessions para que cambiasen la clasificación del cannabis. Querían que abandonase la Clasificación I (muy peligrosas) a una mayor que reconozca que no entraña (tanto) peligro.

La demanda vino desde un grupo de pacientes que utilizan marihuana medicinal y quieren que dejen de ser visto a un nivel federal como delincuentes. Sin embargo, pocas horas después de que la demanda entrase a juicio ya hay sentencia: el juez considera que la demanda no procede.

Aunque es difícil de explicar la decisión del juez considera que si estos pacientes quieren renegociar el estatus del cannabis debe pasar primero por una petición formal al gobierno antes de ir a la corte federal. El problema es que una petición al gobierno que cumpla lo que el juez pide puede llevar años.

Lo más sorprendente es que el juez reconoce en cierta medida los beneficios medicinales pero, a su vez, cree que el cannabis está bien situado como droga peligrosa en la clasificación I. Vivir para ver… El juez tampoco considera que el cannabis esté clasificado como muy peligrosa por motivos racistas. Pese a que sepamos que Nixon hizo la ley para meter a los negros e hispanos en la cárcel este juez cree que esto no tiene nada que ver con que la droga sea considerada como peligrosa.

Por fortuna aún pueden apelar esta decisión, pero mucho nos tememos que la cosa se va a quedar igual.