Pese a la ola de legalización generalizada la DEA apresó un 20% más de plantas de marihuana durante 2016. Al menos ahora hay menos arrestados.

El mundo está loco: en las cárceles de los EE.UU. hay más gente arrestada por delitos no violentos relacionados con el cannabis que por crímenes violentos.

Por su parte, la DEA se pone las pilas y trabaja horas extras para aumentar las cifras de cantidades de cannabis apresadas: 5.3 millones de plantas en 2016. Un 20% más comparado con las cifras de 2015 en donde se decomisaron 4.25.

No se habían apresado tantas plantas desde 2011 donde se alcanzó el record de 6.7 millones de plantas. Lo increíble del asunto es que la mayor parte de las intervenciones de 2016 fueron en California, donde tanto recreacional como medicinal son legales.

Lo de que se arreste a menos gente durante las redadas no está claro. Se puede pensar que es porque sus esfuerzos se centran en las plantaciones del mercado negro y dejan a los pequeños consumidores tranquilos o porque en estos lugares trabaja menos gente.

Si vas a plantar en cantidades industriales de forma ilegal, mejor que te alejes de California.