Una vez más, los mitos alarmistas de los detractores de la legalización del cannabis quedan sepultados por los datos empíricos. En esta ocasión, las afirmaciones de que regular los usos de los derivados de la planta aumentaría la delincuencia han sido refutadas. Un estudio realizado en la ciudad de Atlanta, en el estado de Georgia (EE. UU.), sostiene que, desde la despenalización de la marihuana, la cantidad de delitos violentos ha disminuido.

El estudio fue llevado a cabo por Brian Meehan, profesor de Economía en la Universidad Estatal de Florida, y analiza "el impacto de la despenalización de la marihuana en la delincuencia", tomando como referencia el caso de Atlanta. En 2017, la ciudad redujo drásticamente las sanciones por la tenencia de cannabis para uso personal: antes de esa fecha, la multa ascendía a 1.500 dólares y el consumidor podía enfrentar hasta un año de prisión. Ahora, la penalización se limita a una multa de 75 dólares, sin riesgo de encarcelamiento.

La investigación examinó los datos delictivos entre 2015 y 2018, extraídos de los Informes Uniformes de Delitos del Buró Federal de Investigaciones (FBI), que incluyen información de casi todas las ciudades de Georgia con más de 25.000 habitantes. Luego, se compararon las tasas de delincuencia de Atlanta con las de otras ciudades donde la marihuana no fue despenalizada. En el caso de Atlanta, se registraron 20 delitos menos al mes por cada 100.000 habitantes, lo que supone una reducción del 19,7 % respecto al promedio previo a la despenalización.

“Nuestros hallazgos sugieren que la despenalización condujo a una reducción de los delitos violentos, probablemente debido a que la policía reasignó recursos de la lucha contra la marihuana a la prevención de delitos violentos”, sostiene el informe.