El día 2 de octubre de 1911 se prohibía en Massachusetts por vez primera el consumo de marihuana. 80 años de prohibición.

Al contrario de lo que suele pensarse la marihuana no fue prohibida por vez primera con el Marijuana Tax Act de 1937 sino bastantes años antes en Massachusetts, como señalamos. En ese momento se necesitó tener una prescripción para poder comprar marihuana, un poco como sucede ahora.

La ley de 1937, en cambio, fue la que marcó claramente el camino a seguir por los EE.UU. porque afectaba al conjunto del país, pues se trata de una ley federal. Algunos dicen que se hizo esta ley para hundir el negocio del cáñamo, usado para producir fibras para la ropa, cuerdas, etc… Aunque esta hipótesis es un tanto atrevida y, seguramente, poco acertada.

Desde el 37 la campaña anti-marihuana dio perlas del cine como la mítica Reefer Madness donde se ilustraba lo que era ser un fumeta como el camino hacia la perdición, la locura y el asesinato. ¡Película que todos deberíais ver antes de que sea demasiado tarde!

En 1970, bajo el mandato de Nixon, la marihuana pasó a la Agenda I en la clasificación de estupefacientes. A día de hoy se mantiene ahí. Agenda I es la clasificación “más peligrosa”. El cannabis comparte puesto con la heroína, para que uno se haga a la idea.

Por fortuna para los ciudadanos de los EE.UU. que consumen (y en cierta medida para el resto del globo porque, nos guste o no, cuando EE.UU. estornuda el resto nos resfriamos) las leyes se van suavizando y muchos estados pueden disfrutar legalmente de la marihuana para consumo medicinal o recreacional. Aún así queda mucho camino por recorrer. Por ejemplo, aún se mantiene a la maría en Agenda I, lo que impide que se pueda trabajar en laboratorios sobre las posibilidades terapeúticas de la planta.

Esperemos que esta prohibición nunca cumpla 160 años.