Desde que la República Checa permite el uso de cannabis terapéutico el número de ancianos que la utiliza ha aumentado considerablemente.

Según Praha se estima que el número de personas mayores que consumen cannabis es de 120.000. Este diario las sitúa, exageradamente, en el saco de “consumidores de riesgo”, por lo que no se sabe de forma exacta cuál es la edad de estos consumidores o si se trata solo de "ancianos".

El mismo informe también señala cómo Chequia es el país con mayor con 20 toneladas, mientras que el consumo de otras drogas (no se especifica cuáles a las que llama “modernas”… ¿MDMA tal vez?) se ha reducido considerablemente.

“En lo referente a la sobredosis de drogas ilegales, la República Checa no registra mayores problemas. Una situación grave se registra, sin embargo, en la sobredosis de bebidas alcohólicas que es diez o más veces mayor”, comenta Viktor Mravčik del Centro Nacional de Control de Drogas y Adicciones.

Teniendo en cuenta de que unas 6.000 personas mueren todos los años por alcoholismo mientras que el número por marihuana sigue estando en cero, que los ancianos se suban al carro de la marihuana, tal vez, debería ser considerada una buena noticia.