Líbano se plantea entrar en el mercado del cannabis medicinal e industrial. Preparan una votación en el Parlamento para que se ratifique.

El plan es, según se recoge en Al Jazeera: “un esfuerzo por incrementar la dañada economía y frenar la producción ilícita de la planta”. De pasar esta propuesta afectará a la planta que tenga 1% un menos de THC.

“Líbano lleva cultivando la planta por lo menos 100 años y produce una cantidad considerable de hachís… Aunque es ilegal producirlo, venderlo o usarlo, esta sustancia es fácilmente conseguible y también se exporta de manera ilegal”, se segura desde Al Jazeera. “El hachís libanés se puede encontrar en las capitales europeas, y anteriormente suponía el 80% de la demanda mundial durante los años de la guerra civil de este país (1975-90) cuando el cultivo llegó a su pico”.

La intención del gobierno no es continuar con el mercado existente sino establecer uno completamente nuevo.

Pese a que oriente medio tiene un clima excelente para la producción de marihuana, pocos países se están pasando al mercado legal o transformando su producción para que se abra a este tipo de mercado. Israel es el caso más controvertido donde la marihuana permanece ilegal pero es puntero en la investigación del cannabis y uno de los mayores exportadores de la planta al mundo.