El Ayuntamiento de San Diego, una de las ciudades más importantes de California, en EEUU, aprobó un aumento del impuesto municipal al cannabis del 8% al 10%. La decisión se debió a una búsqueda desesperada por parte de las autoridades locales para resolver el enorme déficit fiscal de unos 250 millones de dólares (229 millones de euros) que enfrenta la administración local que, ahora, tendrá la carga impositiva más alta del estado. Diferentes especialistas aseguraron que la medida impulsará el mercado ilegal de los derivados de la planta.
A partir de la suba de los impuestos, que entrará en vigencia a partir del próximo 1 de julio, el impuesto total que deberán pagar los dispensarios legales de cannabis llegará a un 35% sobre el producto de consumo final. Como contrapartida, Los miembros del Ayuntamiento dijeron que el aumento de impuestos los hace más dispuestos a considerar las solicitudes de la industria local del cannabis para ampliar los horarios de las compras, habilitar los salones de consumo en el lugar y aliviar las ofensivas contra las operaciones de entrega ilegal.
“Es un suicidio minorista para los dispensarios de San Diego”, criticó Russ Havens, editor en jefe del medio San Diego Cannabis Times, porque sostiene que, ante los aumentos de los precios, muchos clientes optarán por conseguir los derivados de la planta en el mercado ilegal. Por otro lado, la Cámara de Comercio Regional de San Diego dijo que los funcionarios de la ciudad, a pesar de su crisis presupuestaria, deben empatizar con las empresas de cannabis debido a toda la adversidad que siguen enfrentando.
