La historia del LSD reivindica la importancia de la sustancia en los cambios culturales y tecnológicos del siglo XX.

El químico Albert Hofmann no sabía que sus investigaciones le llevarían a descubrir una sustancia que cambiaría la historia del siglo XX. El LSD influyó en la política estadounidense, en la cultura y en los avances tecnológicos a lo largo de varias décadas. La editorial Arpa acaba de publicar una nueva edición actualizada del relato original de Hofmann, “Cómo descubrí el Ácido y qué pasó después”, para conmemorar el 75 aniversario de su hallazgo.

Desde su descubrimiento en 1943 el LSD despertó un profundo interés entre los profesionales de la psiquiatría, la biología, la psicología y la neurología, así como entre literatos, filósofos y artistas. En el libro Hofmann relata cómo, durante las dos décadas siguientes a su descubrimiento, se realizaron múltiples investigaciones desde distintas disciplinas, llegando a publicarse miles de artículos científicos sobre la sustancia.

A pesar del potencial del LSD, su popularización en el mundo contracultural durante los años 60, con la eclosión del movimiento hippie, llevó a la demonización injustificada de la sustancia por parte de la clase política y los medios de comunicación. Estados Unidos prohibió la investigación y el uso del LSD a finales de los 60 sin una justificación científica, y haciendo caso omiso de los estudios publicados hasta el momento. Poco más tarde, en 1971, la ONU extendió la prohibición al resto del mundo.

Aun con la mala prensa que tuvo el LSD desde su prohibición, son múltiples las figuras con reconocimiento público que han defendido el uso del LSD. Desde el escritor Aldous Huxley hasta el empresario informático Steve Jobs, pasando por el filósofo Allan Watts o el Premio Nobel de Química Kari Mullis, todos ellos han reconocido la influencia que tuvo el LSD en sus obras y en sus descubrimientos.

El Doctor José Carlos Bouso, psicólogo y farmacólogo experto en la investigación científica con drogas, ha sido el encargado de prologar la nueva edición del libro. Bouso ha añadido nuevas notas al texto que ahondan en aspectos poco esclarecidos de la historia, añaden nuevos detalles y actualizan el conocimiento científico que se tiene del LSD hoy en día.

En la última década el LSD ha vuelto a ser blanco de una extensa investigación científica. Existen varios grupos científicos en distintas partes del globo que estudian cómo actúa la sustancia en el cerebro, sus propiedades terapéuticas y los beneficios que pueden derivar de su uso, con la intención de que el LSD pueda volver a formar parte de los fármacos disponibles para uso médico.