Sephora, la cadena de locales de cosméticos de origen francés, y propiedad del conglomerado de productos de lujo LVMH, ha comenzado la comercialización de un producto, de la marca neoyorquina Estée Lauder Origins, que contiene aceites de cannabis.

El producto es una mascarilla facial infundida con aceite de las semillas del cáñamo que han decidido llamar “Hello, calm”, y que promete que no solo hidratará la piel, sino que también “calmará y ayudará a eliminar el estrés de los sentidos”, según su publicidad.

“No lo hicimos antes porque tenía connotaciones negativas, pero a medida que más personas comienzan a comprender sus beneficios, incluso en medicina, es más que aceptable”, dijo la gerente general de Origins, Julie Van Ongevalle.

El negocio de la belleza del cannabis está en auge, según la principal empresa de investigación de mercado de la industria, el Grupo Brightfield. Su último estudio afirma: “Como el CBD del cannabis es extremadamente versátil, las compañías han comenzado a inyectarlo en todo, desde exfoliantes faciales a desodorantes".

Sin embargo, su eficacia en tales productos es, cuanto menos, escasa. “Hay muy poco cannabidiol en el aceite de semilla, casi ninguno”, subraya Chris Bunka, CEO de Lexaria Bioscience, compañía canadiense que se dedica a investigar, entre otras cosas, la eficacia de las vías de administración farmacológicas. “Esta es la razón por la que el aceite de semilla se puede vender en las tiendas de comestibles como aceite de cocina. Incluso si se refina o destila, la cantidad de CBD es insignificante.”