La revista Forbes es una de las más influyentes en temas de economía. Hoy se preguntaban si Francia será el siguiente país europeo que legalice el cannabis.

Las elecciones francesas llegan este 2017. Sabemos que Marine Le Pen y su Frente Nacional está muy bien situada en la carrera. Es probable que no gane, pero nunca un partido como el suyo se ha visto tan cerca de llegar al Eliseo. Después de que Donald Trump ganase la Casa Blanca, cualquier cosa puede suceder. Sea como fuere, en el debate a las presidenciales se ha colado un tema controvertido y siempre espinoso para los políticos, ¿qué hacer con el cannabis?

Las dos propuestas sobre las que pivota el debate son o bien la descriminalización del cannabis o bien la total legalización. La primera opción implica que ya no es un delito poseer cannabis, pero impide que se cultive; la segunda abriría las puertas a al cultivo. Pese a que todos los gobiernos retuercen las leyes para abrir el marco de uso del cannabis (España, por ejemplo) ninguno se ha atrevido a la completa legalización, ni siquiera la idealizada Holanda. Otros países como Italia o Checoslovaquia bordean la descriminalización y tratan de dividir entre drogas “duras” y “blandas” para que pueda permitirse. Alemania es el país que técnicamente tiene las leyes más permisivas y, seguramente, este 2017 permita la venta de cannabis para uso medicinal. 

Francia considera un crimen la posesión, pero rara vez se va a la cárcel por pequeñas cantidades, al contrario que en Chipre, donde la ley es muy dura al respecto y pueden caerte hasta ocho años de prisión. 

Según el Departamento de salud francés unas 700.000 personas consumen cannabis habitualmente y 1.4 millones de ciudadanos aseguran fumar unos 10 canutos al mes. La percepción del pueblo francés es que debería legislarse en favor de la descriminalización (o legalización en algún grado), un total del 52% de los encuestados. Un 80% cree que las leyes son excesivamente duras (las más duras de Europa) y que deberían cambiarse. 

5 de los 7 candidatos de izquierda están a favor de descriminalizar el cannabis. Entre los que se oponen tanto a la legalización como a descriminalizar está Manuel Valls, como no podría ser de otro modo.