El pasado viernes, antes de sentarse un rato con la gente del G7, Trump dijo que ve posible que se eche atrás en la ley federal contra los estados que legalizaron la marihuana.

Con esa ley federal, aprobada en enero, el estado puede intervenir en las decisiones estatales sobre legalización y despenalización. En sí ya es una mala noticia, pero el problema no es tanto que Trump intervenga sino que lo pueda utilizar como amenaza contra los estados que sean legales.

Sin embargo, por sorpresa y en contra de su fiscal general Jeff Sessions, Donald Trump puede que dé marcha atrás y retire la ley.

El pasado martes se presentó en el Senado una moción bipartidista encabezada por Corey Gardner (Republicano) y Elisabeth Warren (Demócrata) para acabar con esta ley federal. Sobre este tema Trump declaró esto ante los periodistas que cubrían en G7:

“Apoyo a Gardner. Sé exactamente qué es lo que está haciendo. Lo estamos pensando pero es probable que acaba apoyándole, sí”. Justo lo contrario que Sessions comentó días antes ante esta propuesta bipartidista.

¿Será el fin de la persecución federal contra la marihuana? ¿Otra bravuconería de Trump? Veremos.