Siempre que a un amigo, a un familiar o a alguien cercano se le ocurra la idea de plantar sus propias plantas de marihuana, lo primero que esta persona tendrá que hacer es comprar semillas de marihuana. Y para hacerlo es preciso considerar primero el tipo de semillas que querrá cultivar, con lo que entran en juego varias cuestiones que podrían influenciar en los resultados finales de las plantas, como, por ejemplo, el tipo de genéticas.
La cultura cannábica cuenta con un gran abanico de variedades de genéticas, las cuales suelen llevar nombres extraños y alocados. Entre ellas se encuentran las genéticas californianas, que poseen una extensa historia, ya que fueron las pioneras en la historia del cultivo consciente de cannabis. Y es esta misma extensa historia la que las ha llevado a convertirse en las genéticas más buscadas por los cultivadores. Estamos hablando de genéticas de alta calidad, que han ido mutando y evolucionando a lo largo de los años, deshaciéndose de sus defectos e incorporando cualidades, hasta convertirse en el producto de alta gama que son hoy.
Historia
Todo empezó en los años sesenta con el movimiento hippie, cuando lo que la gente buscaba era rebelarse en contra de las autoridades. Los activistas de este movimiento acudían a las drogas psicodélicas, especialmente al cannabis y al LSD, como forma no solo de pasar el rato, sino también de hacerse oír ante las fuerzas del orden.
Era en ese entonces cuando conseguir cogollos que no estuvieran cubiertos de semillas parecía casi un sueño. Es por eso que algunos miembros de la comunidad californiana decidieron que sería hora de comenzar a cultivar sus propias plantas. Tomando las semillas de sativas provenientes de los países vecinos, se desató el cultivo cannábico en California, sobre todo en aquellos lugares de climas más cálidos con veranos extensos.
Así comenzaron a aparecer los pioneros del cultivo de cannabis, que, cruzando genéticas con el fin de sacar y combinar las mejores cualidades de cada una, dieron a luz a las primeras plantas de marihuana que hoy conocemos como híbridas. Más adelante se creó un grupo que estaba compuesto por varios cultivadores selectos o maestros con base en San Francisco Bay Area, en California del Norte. Dicho grupo fue el que se propuso y logró desarrollar y establecer la genética híbrida Skunk cuando salió a la venta en 1981 con un catálogo de veintiocho genéticas diferentes que generaron grandes repercusiones.
Un ataque a dicho grupo de cultivadores, que tuvo lugar en el año 1982, fue el punto de inflexión que consiguió, sin quererlo, que las semillas californianas llegaran al resto del mundo. Cuando el principal miembro del grupo, Sam The Skunkman, fue arrestado, luego de pasar un año en prisión partió junto con sus mejores productos hacia Holanda. Allí, bajo los regímenes más libres del país holandés, fue que las semillas continuaron desarrollándose y expandiéndose.
Características destacadas
Las plantas híbridas de cannabis se caracterizan por combinar las cualidades de ambos tipos de genéticas: las índicas y las sativas. Normalmente, este tipo de plantas mezcla la estética de ambas genéticas, por ejemplo, pueden ser pequeñas y robustas como las índicas, pero con la potencia psicoactiva de las sativas, y viceversa.
Los efectos de dichas plantas suelen variar según la combinación de genéticas utilizadas para su creación, pero normalmente se trata de un equilibrio justo entre los efectos de cada una. Sin embargo, el tipo de efectos dependerá estrictamente de los genes aportados por sus plantas madre y padre. Así pues, cuando se trata de semillas que tienen una mayor influencia de sativas, como lo es la variedad Orange Sherbet Auto, por ejemplo, que contiene un setenta por ciento de sativa y un treinta por ciento de índica, normalmente se producirán efectos de euforia, más enérgicos y sociales, típicos de las sativas. Normalmente, se recomienda consumir estas genéticas en horarios diurnos, ya que suelen energizar a los usuarios.
Las genéticas sativa-dominantes son ideales para aquellas personas con problemas de ansiedad social o depresión, o para aumentar la creatividad también. Mientras que las semillas que son de mayor influencia índica, como lo es la genética Strawberry Pie Auto, con una proporción de un ochenta y cinco por ciento índica y un quince por ciento sativa, suelen causar efectos asociados a una mayor relajación corporal y mental, y suelen usarse para tratar el insomnio y la ansiedad o aliviar dolores, por ejemplo. Como las índicas tienen la tendencia a generar un estado de calma profunda, normalmente se consumen por las noches.
Las mejores genéticas de la actualidad
Cuando las híbridas surgieron, aparecieron con ellas empresas enfocadas especialmente en el cultivo de estas semillas, como lo es la empresa y banco de semillas Fast Buds. Nació con el mismo objetivo que los primeros cultivadores tenían al crear sus semillas: generar las que fueran más fáciles de cultivar, sin comprometer a su vez la calidad final del producto y las cantidades de producción.
Además de sus genéticas ya mencionadas, la sativa-dominante Orange Sherbet Auto y la fuerte índica Strawberry Pie Auto, que contienen un veintitrés por ciento y un veintiséis por ciento de THC, respectivamente, la empresa produce una gran variedad de genéticas de semillas autoflorecientes de alta gama. Las semillas autoflorecientes, que son el resultado de experimentos con plantas híbridas, proveen un crecimiento parejo y moderado, más veloz y eficaz que las fotoperiódicas, ideal para cultivadores principiantes.
Para aquellos en busca de las semillas con los niveles más altos de THC en el mercado, definitivamente sugerimos que le echen un vistazo a la genética Gorilla Cookies Auto. Con fuertes sabores dulces a galleta, combinados con un toque de gas, tierra y kush, esta híbrida balanceada produce cogollos que han registrado hasta un veintisiete por ciento de THC.
Si lo que buscamos es una genética que produzca cogollos grandes y densos, con altos contenidos de THC de hasta un veinticuatro por ciento, entonces Wedding Cheesecake Auto es la genética indicada. Es ideal para aquellos con un paladar dulce que buscan saborear los toques de crema, frutas y tarta horneada combinados con tonos terrosos.
Hay que investigar en detalle el catálogo de genéticas antes de comprar: comparar y analizar las propiedades de cada una hasta encontrar la que represente mejor nuestro gusto personal y metas de cultivo.