La gente. La gente no para de hablar de la gente. Antes se hablaba del pueblo, del pueblo unido, del pueblo masacrado, del pueblo invadido, del pueblo alienado, del pueblo victorioso o del opio del pueblo. Ahora algunos entonan vivas a la patria o a la nación, pero todos hablan de la gente. Y todos parecen saber lo que es la gente y hasta lo que la gente quiere. Yo supongo que debe ser mi escasez de neuronas, pero nunca me entero, nunca sé de qué me hablan cuando citan al pueblo, a la patria, a la nación o a la gente.

Llamo inquieto a un amigo fotógrafo, Samuel Flores, y le pido que me acompañe a la Spannabis, la 13a Feria del Cáñamo y de las Tecnologías Alternativas, en Cornellà de Llobregat. Lo de las tecnologías alternativas no se sabe muy bien qué significa; mi amigo fotógrafo, por ejemplo, pensó que se iba a encontrar placas solares fotovoltaicas y molinos de viento. No, no, Samuel, te vas a encontrar a porreros, a gente cannábica, le dije yo, y luego me quedé pensando: ¿quién es la gente cannábica? ¿Cómo son los porreros?

Como por mucho que lo pensara no conseguía una respuesta satisfactoria a estas cuestiones, nada más llegar a la feria le pregunté a uno que se estaba liando un porro. Antes de abrir la boca me miró arqueando una ceja, y, tras un segundo eterno, se arrancó a cantar un tema de La Polla Records: “Quieres identificarnos, tienes un problema”. “Sí, tengo un problema”, le reconocí al feriante cantante, “un problema irresoluble: no sé quienes somos, no sé qué nos une”. Entonces le pedí a mi amigo fotógrafo que detuviera el tiempo en sus instantáneas, que congelara en imágenes a un amplio espectro de usuarios de cannabis, a ver si así podíamos aclararnos y saber cómo es la gente cannábica.

He aquí la muestra, lo que vió a través de la cámara Samuel. No sé si esta es mi gente, si los que salen en estas fotos, si los treinta mil visitantes que han pasado por esta feria de Cornellá, representa a los casi tres millones de fumetas de este país, ¿es esta la gente cannábica? No lo sé, pero en algunos casos me dan ganas de que me pasen el porro.