En lo que va de 2025 se consolida una tendencia que ya se había hecho visible tras la regulación integral del cannabis en Alemania. En comparación interanual, las 43,26 toneladas importadas en el segundo trimestre de 2025 multiplican por casi cuatro el volumen de igual periodo de 2024 (11,63 toneladas). 

En el primer trimestre de 2025 ya se había registrado un máximo histórico de 37,52 toneladas y, con los datos del segundo trimestre, el semestre acumulado trepó hasta 80,78 toneladas. Algunas estimaciones del sector, sostienen además que el consumo de cannabis médico desde abril de 2024 se triplicó respecto del año previo, al pasar de alrededor de 31 a un orden cercano a 100 toneladas en el periodo medido.

Ese dinamismo ha traído también una reacción política. Un proyecto difundido por el Ministerio de Salud propone que la primera prescripción de flores de cannabis deba realizarse tras una consulta presencial, que las renovaciones mantengan un contacto físico periódico y que se limite el despacho por correo de flores a usuarios.

Los cambios buscan corregir “desviaciones” asociadas a prácticas laxas de prescripción en plataformas digitales. Firmas legales y asociaciones del sector han advertido que, de aprobarse tal cual, la reforma podría tensionar el acceso de pacientes que residen lejos de centros urbanos o con movilidad reducida.

El papel de los proveedores internacionales se ha vuelto central. Canadá y Portugal concentran una fracción significativa de los envíos a Alemania, con empresas que redirigen excedentes hacia el mercado europeo. 

En 2024 las exportaciones a Alemania ya se habían duplicado desde algunos orígenes y en 2025 la tendencia se reforzó en el segundo trimestre y casi la mitad del volumen importado procedió de Canadá, de acuerdo con los desgloses que citan a BfArM.