En la industria del cannabis, todo empieza con una semilla y, en 2025, figuras como B-Real, Method Man y Mike Tyson están apostando por la distribución de genética de alta gama para cultivadores de todo el mundo.

B-Real, líder de Cypress Hill y fundador de Dr. Greenthumb, se asoció con Barney's Farm, banco de semillas con sede en Ámsterdam, para lanzar a nivel mundial su cepa Insane OG. Para él, entregar semillas es como compartir el código fuente del cannabis: un acto de empoderamiento para quienes cultivan y una declaración de principios, señaló a Forbes. Method Man también ha llevado su marca, TICAL, al terreno de la genética. En colaboración con Free World Genetics y distribuido por Zamnesia, su catálogo inicial incluye ocho variedades.

Por su parte, Mike Tyson decidió dar el salto en 2024 mediante una alianza con Royal Queen Seeds, de Barcelona. Bajo su marca Tyson 2.0, lanzó seis variedades distintas que ya se distribuyen en EE UU, Europa y Tailandia y que pronto llegarán a Sudamérica.

Este fenómeno va más allá de Estados Unidos. En América Latina y Europa, artistas como Original Juan, L-Gante o Homer El Mero Mero ya habían comenzado a colaborar con bancos de semillas como BSF Seeds, Champion Seeds y Seedstockers.

Los datos acompañan esta tendencia: según Databridge Market Research, el mercado de semillas de cannabis en EE UU podría superar los 2.000 millones de dólares en 2030. A nivel global, Allied Market Research proyecta que rebasará los 6.500 millones en 2031. Las semillas se benefician de un marco regulatorio menos restrictivo que las flores, permitiendo envíos internacionales y mayor acceso para cultivadores caseros.