El Tribunal Constitucional de Portugal ha dado el visto bueno a la ley que amplía la despenalización de las drogas y que fue aprobada en parlamento hace un mes. El tribunal se ha pronunciado después de que el presidente del país, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, se negara a promulgar la ley alegando una posible inconstitucionalidad en el procedimiento de aprobación. Según la información de Europa Press, el tribunal ha considerado que la ley cumple con los requisitos constitucionales tanto en la forma como en el fondo.
A mediados de agosto el presidente envió una carta al Constitucional aludiendo específicamente a que no se había consultado a las autoridades de Madeira y de las islas Azores antes de adoptar la reforma de la ley, afirmando que las drogas mencionadas en la ley tienen especial incidencia en estas regiones. Además el presidente afirmó tener sus “reservas” personales respecto al proyecto.
La ley en cuestión fue aprobada en julio para extender la despenalización de las drogas aprobada en 2001. De este modo, con la nueva ley, se anula la distinción automática entre consumidores de drogas y traficantes que se aplicaba hasta ahora teniendo en cuenta únicamente si la cantidad de droga intervenida era mayor o menor que 10 dosis de una sustancia ilegal.
La nueva ley estipula que si la policía sorprende a un ciudadano con más de 10 dosis no se le aplicará un cargo por tráfico de drogas automáticamente, sino que esto quedará a discreción de la fiscalía, y la cantidad intervenida sólo se utilizará como un indicio. Además, también se ha incluido en la lista de sustancias ilegales despenalizadas hasta ahora a las nuevas drogas sintéticas aparecidas en los últimos años, equiparando el trato jurídico que estas reciben con el de las drogas clásicas incluidas en la despenalización de 2001.
