La anécdota fue compartida por Lurie durante una entrevista para el programa ‘The Presidency: Commander-in-Chief in Film & TV’, emitido por C-SPAN . El director recordó que el equipo de rodaje había alquilado el Capitolio estatal de Virginia para filmar la escena final de la película, con cientos de extras presentes. Al buscar a Bridges en su tráiler, se topó con una "nube de marihuana" que salió al abrir la puerta e -inmediatamente- pensó que el día de filmación estaba perdido.

Sin embargo, al dar la orden de acción, Jeff Bridges se transformó en su personaje, el presidente Jackson Evans. Entregó el monólogo de forma solemne y sin titubeos, logrando una toma única que luego sería clave en su nominación al Óscar como mejor actor de reparto en 2001. Si bien ese año no ganó (el premio fue para Benicio del Toro por ‘Traffic’), la escena consolidó su prestigio interpretativo.

El caso de Bridges ayuda a poner en perspectiva algunos estereotipos vinculados al uso de cannabis en entornos creativos. Aunque su personaje más asociado al consumo –The Dude, en 'The Big Lebowski'– se ha convertido en un icono cannábico, el propio actor aclaró en 2014 que evitó consumir durante ese rodaje para preservar la exactitud del guion de los hermanos Coen.

Rod Lurie también mencionó a Peter Fonda como un ejemplo de “hipismo constante” en otro rodaje, describiéndolo como alguien “siempre colocado”. Estas evocaciones que comenta con toda soltura el director, apuntan a una cultura cannábica de plató que ha circulado desde hace décadas, sin que ello represente necesariamente una estrategia de mejora actora. Por eso, convertir estos relatos en recetas de inspiración sería tan injustificado como pensar que cualquier consumo arruina la interpretación.