De manera un tanto sorprendente el Fiscal general de los Estados Unidos, Jeff Sessions, ha declarado que la policía ni los jueces van a perder el tiempo con los pequeños casos relacionados con el cannabis.

Sessions asegura que desde hace tiempo que las fuerzas del orden dejaron de perseguir los casos menores con cannabis y ahora eso no va a cambiar. No será por falta de ganas, según parece, sino porque los recursos federales son escasos y prefiere gastar el presupuesto en conspiraciones, anti-terrorismo, crimen organizado, u otros grandes delitos.

Esta declaración viene a cuento de la polémica que Sessions levantó después de que junto a la administración Trump decidiese aplicar una normativa en la que los fiscales federales podrían actuar en contra de las leyes de cada estado para perseguir a los usuarios, compradores o productores de cannabis. El comunicado fue ambiguo por lo que se entendió (correctamente) que los fiscales podrían poner en la cárcel a una empresa legal productora de cannabis que opera en un estado legal.

Pese a esto las declaraciones de este pasado sábado van por otra parte: “No voy a decirle a Colorado o a California o a cualquier otro si la posesión es legal bajo las leyes de los EE.UU… No hemos trabajado en casos menores con marihuana, no vamos a estar trabajando en ellos ahora”.