Cultivar cannabis de manera orgánica es la manera que más se asemeja a los mecanismos que tienen las plantas en la naturaleza para desarrollarse, reproducirse y perpetuarse como especie. Es además una forma bastante simple, a la par que efectiva, de obtener una buena cosecha, tanto en cantidad, como en aroma y efecto.
La clave del cultivo orgánico es conocer bien la naturaleza, seguir sus pasos, y optimizar sus procesos para conseguir los mejores resultados posible. La alimentación de la planta de cannabis está directamente relacionada con la calidad final de la producción. Además, un cultivo 100% orgánico nos asegura una cosecha limpia de metales pesados y otras sustancias perjudiciales que no queremos consumir.
A la manera natural
En condiciones naturales, una planta cuenta con un sofisticado sistema de raíces que pueden alargarse tanto como sea necesario para encontrar todos los nutrientes que la planta necesita. Cuando cultivamos directamente en el suelo emulamos estas condiciones naturales con bastante similitud. Pero cuando plantamos en macetas las plantas cuentan con un espacio pequeño para expandir sus raíces y pronto acaban con las reservas de nutrientes con las que cuenta el sustrato.
Para compensar esta situación y hacer felices a nuestras plantas usamos abonos líquidos. Un buen ejemplo son los fertilizantes a base de emulsión de pescado, que alimentan tanto a nuestras plantas, como al medio de cultivo en el que se desarrollan. Un medio de cultivo sano y rico en nutrientes es esencial para obtener una cosecha cuantiosa y aromática, así que es buena idea recurrir a abonos de pescado, como Fish·Mix de Biobizz.
Pescado y azúcar: la combinación perfecta
En el caso de Fish·Mix, contamos con la ventaja adicional de que este fertilizante a base de emulsión de pescado también contiene una buena cantidad de melaza. Como resultado, la planta obtiene un alimento completo con los nutrientes que necesita para un crecimiento sano y un periodo de floración productivo.
La emulsión de pescado es muy rica en nitrógeno, pero también aporta proteínas que son indispensables para que la planta siga creciendo. Las proteínas están formadas por aminoácidos, que son los bloques de construcción de la Naturaleza. Las plantas los utilizan para formar nuevas células en las raíces, el tallo, las hojas y las flores. La emulsión de pescado también es una buenísima fuente de calcio y magnesio, elementos indispensables para un correcto crecimiento y floración.
Las proteínas y aminoácidos son esenciales para un correcto crecimiento de la planta, pero si queremos una floración exuberante, debemos comenzar a añadir carbohidratos.
La melaza es una fuente natural de carbohidratos, o azúcares. Estos azúcares son los responsables del tamaño de las flores, pero también de que éstas sean aromáticas.
Las sustancias que conforman los olores y sabores de nuestra cosecha tienen los azúcares como bases, así que cuantos más azúcares absorba la planta, mejor cosecha nos ofrecerá al final del cultivo.
Pero el papel de la melaza en los abonos líquidos no se reduce a formar parte de las flores. Los azúcares de la melaza son además el menú favorito de los microbios que viven en nuestro sustrato y a los que debemos mimar, pues son los responsables de descomponer los nutrientes complejos en partículas pequeñas que la planta puede absorber y metabolizar con facilidad. Un medio de cultivo sano y lleno de vida es la mejor garantía de una planta sana y una cosecha realmente impresionante.
Además, la melaza no es azúcar puro, así que aporta a la planta oligoelementos esenciales, como vitaminas y minerales, que evitan carencias y mejoran sustancialmente el resultado final. La combinación de la melaza con la emulsión de pescado es un alimento completo que se hace indispensable para cualquier cualquier cultivador que quiera conseguir resultados excelentes con poco esfuerzo.
Un olor tan intenso como sus resultados
Uno de los aspectos que más preocupa a los cultivadores al utilizar abonos a base de pescado es, lógicamente, el olor a pescado. Por esta razón, muchos fabricantes recomiendan usar estos abonos en cultivo en exterior.
Sin embargo, no hay ninguna razón para no utilizarlos en interior también, sobre todo si la emulsión de pescado se combina con extracto de remolacha, como en el caso del Fish·Mix de Biobizz. La composición del producto no varía según si se utiliza en indoor o en outdoor, y los azúcares de la melaza de remolacha actúan como un control natural del olor.
Si a eso sumamos un buen sistema de filtrado del aire en la zona de cultivo, el olor a pescado deja de ser un problema por completo. Incluso hay cultivadores que se aprovechan de esta aparente desventaja para camuflar el olor propio de las plantas de cannabis.
No es de extrañar que los abonos a base de pescado se hayan usado durante milenios para obtener cosechas exuberantes. Los resultados hablar por sí mismos. Por suerte, en el siglo XXI contamos con productos que son tan naturales como los que se han usado tradicionalmente, pero mucho más simples de dosificar, aplicar y utilizar. Muy poco esfuerzo basta para conseguir la cosecha que esperamos durante meses.