El primer paso para un cultivo indoor es un buen sustrato. ¿Sabes cómo elegir el más adecuado?
A medida que las temperaturas bajan y las condiciones climáticas cambian comienza la temporada de cultivo indoor para asegurar un correcto desarrollo y protección de nuestras plantas.
En condiciones naturales, una planta germinaría, crecería y florecería en un ecosistema, con una tierra fértil, una vida microbiana activa y otras plantas a su alrededor. En nuestro cultivo indoor básicamente nos esforzamos en emular un sustrato natural, como el que encontraríamos en un bosque, quedándonos con sus aspectos positivos e intentando minimizar los negativos.
La importancia del sustrato en el resultado final del cultivo
Preparar un sustrato adecuado es siempre el primer paso del cultivo. El sustrato no solamente servirá de hogar para nuestras plantas durante los próximos meses. También será parte de su menú diario. Por tanto, es importante prestar mucha atención y poner cuidado en la elección y preparación del sustrato que vamos a usar en nuestro cultivo de cannabis en interior.
De lo contrario, un sustrato inadecuado hará que nuestro cultivo no se desarrolle adecuadamente y nos pasemos meses preguntándonos “¿qué les pasa a mis plantas?”.
¿Cómo elegir el sustrato más adecuado para mi cultivo de cannabis indoor?
En general, existen cuatro características básicas en las que deberemos fijarnos a la hora de seleccionar el sustrato más adecuado: el pH, la EC, la retención de agua y la capacidad de aireación.
El pH óptimo para el cultivo de cannabis suele estar en un rango aproximado de 6.0- 6.5. Podemos consultar el pH de una mezcla de sustrato comercial consultando el envase. En el caso de mezclas caseras, utilizaremos agua destilada y un medidor de pH.
El nivel del EC nos ayudará a saber si estamos trabajando con un sustrato pre-fertilizado (EC más alta) o un sustrato con pocos nutrientes (EC más baja).
La capacidad del sustrato de retener agua y dejar pasar el aire dependerá de su composición y de la presencia o ausencia de elementos inertes, como la perlita o la fibra de coco. Podemos alterar estas características añadiendo más perlita para una mayor aireación, más fibra de coco, como Coco·Mix de Biobizz, para una mejor retención y drenaje del agua, o humus de lombriz, como Worm·Humus, para compactar un poco más un sustrato con mucha turba y muy fibroso.
El equilibrio entre el aire y el agua disponibles para las raíces de la planta es uno de los requisitos indispensables para que nuestras plantas se desarrollen de manera adecuada. Demasiada agua hará que el intercambio de gases no sea posible, y demasiado aire evitará que las raíces estén en contacto con los nutrientes que necesitan. La clave siempre es el equilibrio.
Cada tipo de sustrato tiene un equilibrio diferente y dará lugar a técnicas de cultivo diferentes. Todos son adecuados, pero debemos seleccionar el que más se ajusta a las necesidades de nuestra planta (por su genética o morfología) y a nuestra técnica de cultivo preferida.
En cualquier caso, un buen sustrato para el cultivo de marihuana en interior debe ser rico en microorganismos beneficiosos, como las micorrizas y las tricodermas, entre otros muchos. Estos microorganismos pueden inocularse a través de productos específicos o podemos encontrarlos ya en la composición del sustrato que elijamos.
Siempre es recomendable contar con una fuente 100% orgánica de microorganismos como es el humus de lombriz de tierra Worm·Humus de Biobizz. En general, un sustrato 100% orgánico y lleno de vida es garantía de un mejor sabor y un aroma más natural en la cosecha final.
Los diferentes tipos de sustrato
Antes de elegir el sustrato más adecuado, debemos tener en cuenta el tipo de planta que vamos a cultivar, así como las etapas de su desarrollo que pasará en ese sustrato.
Sustratos para las diferentes fases de desarrollo de la planta
La germinación, el crecimiento y la floración exigen que adaptemos el sustrato a las necesidades de nuestra planta en cada uno de estos momentos.
Durante la germinación buscaremos un sustrato muy ligero y aireado, sin ningún contenido en nutrientes, pues las semillas y los brotes son demasiado delicados para absorber nutrientes y pueden morir de sobrefertilización. Escogeríamos un sustrato como Light·Mix de Biobizz con muy poca cantidad de nutrientes, o como Coco·Mix de Biobizz, que es completamente neutro e inerte y no tiene valor nutritivo.
Una vez la plántula tiene su primer par o dos de hojas verdaderas se puede decir que está lista para asimilar nutrientes. Las plantas de cannabis requieren una gran cantidad de nitrógeno durante su fase vegetativa, así como otros micronutrientes. En este momento podemos trasplantar a una maceta con un sustrato rico en nutrientes, como All·Mix de Biobizz.
En cuanto empieza la fase de floración, la planta de cannabis comienza a necesitar menos nitrógeno y más fósforo y potasio. Podemos aportar estos macronutrientes a través de un abono seco de liberación lenta, como Pre·Mix de Biobizz, aprovechando la ocasión para trasplantar nuestra planta a una maceta de mayor tamaño, o podemos preferir los abonos líquidos específicos de floración.
Sustrato para plantas feminizadas y autoflorecientes
La variedad y genética de la planta que vamos a cultivar también nos harán decantarnos por un sustrato o por otro.
En general, las variedades feminizadas son más robustas y cuentan con un sistema radicular más desarrollado. Por tanto, podemos usar sustratos más compactos, con menos cantidad de perlita, y con mayor concentración de nutrientes (EC).
Por el contrario, las plantas autoflorecientes se caracterizan por ser más delicadas y no siempre desarrollan raíces de gran tamaño y capacidad de absorción de agua y nutrientes. Para ellas elegiremos sustratos más esponjosos y aireados, con más perlita o fibra de coco, y con un valor de EC bajo o neutro. De esta manera, es el cultivador quien controla la cantidad de agua y de nutrientes que la planta absorbe y evitamos encharcamientos y aparición de mohos en la maceta.
La preparación del sustrato ideal
Una vez hemos establecido las necesidades de nuestra planta y el sustrato perfecto para nuestro cultivo indoor, debemos prepararlo.
La manera más simple de comenzar a cultivar es utilizar un sustrato comercial que encontramos en el grow shop local. Si optamos por esta vía, vale la pena hacer una inversión inicial algo mayor y hacernos con un sustrato de calidad que nos garantizará buenos resultados. Debemos recordar que el sustrato será el hogar de nuestra planta durante todo su ciclo, así que es de vital importancia elegir bien y no causar estrés innecesario si decidimos trasplantar más adelante.
Sin embargo, esta no es la única manera de preparar un sustrato. En ocasiones, el cultivador quiere disfrutar de los beneficios de dos o más tipos de sustrato diferentes para conseguir una cosecha lo más cuantiosa y aromática posible.
Por suerte, los diferentes tipos de sustrato pueden combinarse para obtener mezclas superiores que se adaptan exactamente a nuestro gusto y necesidades.
Por ejemplo, una tierra pre-fertilizada y compacta como All·Mix puede conseguir una mayor capacidad de aireación si la mezclamos con Coco·Mix o podemos reducir su EC si la mezclamos con Light·Mix. Las proporciones variarían según el resultado final que deseamos conseguir.
Si nos gusta el cultivo en Coco·Mix por su completa neutralidad, podemos darle vida gracias a los microorganismos que encontramos en el excremento de lombriz, como Worm·Humus de Biobizz, haciendo que el cultivo orgánico sea a la vez más simple y más productivo.
Hay muchas combinaciones y ratios diferentes que nos ofrecen beneficios distintos. Es parte de la experiencia del cultivo el saber qué características buscamos para un cultivo perfecto.
Con estos sencillos consejos cualquier cultivo comenzará con buen pie y acabará con una cosecha abundante y aromática, siempre y cuando pongamos los cuidados necesarios y alimentemos nuestras plantas de vez en cuando con nutrientes líquidos 100% orgánicos, sin olvidar lo más importante: disfrutar del proceso.