Pasar al contenido principal

Diez pasos para montar el primer cultivo interior

Si tenemos ganas de empezar a cultivar en indoor, este es un momento perfecto. Para iniciar el nuevo año como cannabicultores, podemos pedirle un armario de cultivo a Papa Noel. El clima frío del invierno contrarresta el calor de la lámpara y facilita mantener una temperatura adecuada para las plantas. Siguiendo estos diez pasos, en breve tendremos una bonita colección de aromáticas plantas llenándose de resina y listas para cosechar con la llegada de la primavera.

Diez pasos para montar el primer cultivo interior
Diez pasos para montar el primer cultivo interior
Diez pasos para montar el primer cultivo interior
Diez pasos para montar el primer cultivo interior
Diez pasos para montar el primer cultivo interior
Diez pasos para montar el primer cultivo interior
Diez pasos para montar el primer cultivo interior
Diez pasos para montar el primer cultivo interior
Diez pasos para montar el primer cultivo interior
Diez pasos para montar el primer cultivo interior

¿Quieres saber más?

La oferta de kits de cultivo de interior es bastante amplia. Los armarios más habituales para empezar son de 100x100 cm o de 120x120 cm. También existen modelos de menor tamaño, de 60x60 cm, pero, en mi opinión, resultan un poco pequeños y no es tan fácil cultivar en ellos. Hay kits con lámparas de alta presión de sodio (APS), lámparas LEC (light emitting ceramic) y lámparas led. Sin duda, las mejores (pero también las más caras) son las led, pues son las más eficientes produciendo luz y las que generan menos calor. Pese al mayor coste de las luces led, sin duda recomendamos escogerlas, ya que se amortizan de sobra a largo plazo, pues las cosechas son mucho mayores por vatio de luz consumido y como no se calientan tanto resulta más fácil mantener el clima adecuado en el armario de cultivo. Una ventaja extra de los ledes es que tienen una duración mucho mayor; una lámpara dura muchos años, mientras que con las APS una bombilla te dura de tres a cinco cosechas antes de empezar a perder lúmenes.

En función del tamaño, el tipo de lámpara que lleven y los accesorios que incluyan, podemos encontrar armarios de cultivo de interior desde 200 € hasta 1.000 €. Buscando un poco podemos comprar un kit completo de armario con lámpara led por 500-600 €, que nos dará un buen resultado y con el que podremos cosechar entre 250 y 500 g de cogollos en tres meses. Si somos unos completos principiantes, debemos ser conscientes de que es posible que en la primera cosecha los resultados no sean tan buenos. Al fin y al cabo, cultivar bien requiere conocimiento y experiencia, y al principio es bastante inevitable cometer algunos fallos.

Un elemento importante del armario de cultivo es el filtro de carbón activo, que se ocupa de limpiar de olores el aire antes de sacarlo al exterior. En floración, las plantas de cannabis huelen mucho y es esencial controlar este aroma para que no huela toda la casa ni salga al exterior con la extracción. Hay que asegurarnos de que contamos con un filtro de un tamaño adecuado para la potencia del extractor y cambiarlo cuando deje de ser efectivo (suelen durar entre cuatro y seis cosechas). Aunque no suelen venir incluidos en los kits de armarios de cultivo de interior, una adquisición interesante es un controlador que ponga en marcha el extractor cuando la temperatura o la humedad superen los valores óptimos establecidos. De este modo, el clima dentro del armario se mantiene más estable todo el tiempo y el extractor, que es el elemento más ruidoso, no está siempre encendido. Muchos controladores permiten también regular la potencia del extractor, ya que, a menudo, no hace falta que se enciendan a plena potencia. Al fin y al cabo, los armarios tienen un volumen pequeño de 2 a 3 m3 y no necesitan una extracción muy potente.

El lugar donde coloques el armario es importante. Aunque los armarios modernos están bien pensados para que la luz no se escape, no deja de ser un armatoste negro de un metro cuadrado y dos metros de altura, con un extractor y un ventilador en su interior que hacen ruido y llaman la atención. Además, de la parte superior sale un tubo de extracción que debe dirigirse al exterior. Esta salida al exterior se puede hacer a través de una ventana o perforando un agujero en la pared. Si disponemos de una habitación que no usemos, una buhardilla o un sótano, seguramente será el lugar más apropiado para el cultivo.

Nuestro consejo de cultivadores con experiencia es no contar a todo el mundo que tenemos un cultivo. Si se quiere, puede comentarse o enseñarlo a algún amigo o familiar de mucha confianza, pero cuanta más gente lo sepa, peor. Hemos conocido varios casos en que se ha acabado enterando quien no debía y han surgido problemas con los vecinos, el casero o algún familiar muy conservador.

El tamaño de las macetas y el número de plantas recomendados dependen de varios factores. En general, es más fácil cultivar con pocas plantas y macetas grandes. Por eso aconsejamos empezar con nueve plantas en macetas de 10 l, lo que permite que cada una tenga espacio suficiente y el aire circule bien en el interior del armario. Conforme se vaya ganando experiencia, podemos decidir aumentar el número de plantas y reducir el tamaño de las macetas, pero eso nos obliga a regar más frecuentemente, podar las plantas para que no ocupen el espacio de las otras y controlar mucho mejor el tamaño para que el armario no se llene demasiado. Un espacio muy saturado de plantas es más difícil de gestionar y más propenso a la aparición de plagas y hongos.

Podemos cultivar todas las plantas de la misma variedad y, de hecho, es una mejor opción si nuestro interés principal es obtener la mayor producción posible. Sin embargo, un cultivador principiante suele divertirse más y ganar más experiencia cuando prueba distintas variedades. Es muy importante estudiar bien el catálogo de semillas para escoger variedades compatibles entre sí. Deben tener un tamaño similar y un tiempo de floración parecido, aunque siempre podemos cosechar unas primero y dejar las más lentas una o dos semanas más mientras acaban de madurar.

Todos los fabricantes de abonos para cannabis hacen fertilizantes que funcionan bien, por lo que no hace falta complicarse demasiado. Pero no recomendamos mezclar productos de distintos fabricantes: escogeremos una gama que nos guste o esté bien de precio y compraremos un abono de crecimiento y otro de floración; algunas gamas incluyen también un segundo producto de floración para añadir en las últimas semanas antes de cosechar. Necesitaremos una cubo grande para preparar el abono y una regadera manejable que nos permita regar con comodidad todas las plantas, también las que están al fondo del armario.

Suscríbete a Cáñamo