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Tu hierba más verde: ¿Por qué elegir el cultivo 100% orgánico?

Contenido patrocinado por BioBizz

Queremos que nuestro cannabis sea limpio, aromático, de calidad y sostenible. Esto es precisamente la base del cultivo 100% orgánico, que cuenta con muchísimas ventajas tanto para el cultivador, como para la planta y el medio ambiente.

A la hora de cultivar cannabis buscamos sacar el máximo rendimiento, que normalmente medimos por los gramos obtenidos de cosecha final. Pero cuando consumimos cannabis, buscamos la calidad, el color, los terpenos y los matices entre otros agradables efectos. En ocasiones parece imposible reconciliar la productividad del cultivo de cannabis con la calidad del producto final, pero si nos decidimos por el cultivo 100% orgánico, podremos disfrutar de lo mejor de los dos mundos de una manera muy sencilla, que además es respetuosa con el medio ambiente.

Sin duda el cultivo orgánico está en boca de todos hoy en día. No solamente en el mundo del cannabis, sino en cualquier otro cultivo destinado al consumo humano. Desde hace décadas se han adoptado los sistemas hidropónicos y los fertilizantes sintéticos como la norma en agricultura y todos estamos siendo testigos de cómo los tomates cada vez tienen menos sabor y los supermercados se llenan de productos de temporada durante todo el año.

Algo similar ocurre con el cannabis, que pierde propiedades organolépticas si no es cultivado de una manera natural, con una alimentación equilibrada y en un ecosistema sano. No en vano los grandes productores de los países donde el cannabis se cultiva de manera legal eligen nutrientes y métodos naturales para ofrecer la máxima calidad en el producto final que llega a sus clientes.

Los consumidores buscamos cada vez más calidad en todo lo que adquirimos y consumimos, pero también nos importa que ese producto llegue a nosotros de una manera sostenible y sin resultar perjudicial para el planeta en que vivimos (o incluso para nosotros mismos, como en el caso de cosechas que se rocían con pesticidas químicos).

Queremos que nuestro cannabis sea limpio, aromático, de calidad y sostenible. Esto es precisamente la base del cultivo 100% orgánico, que cuenta con muchísimas ventajas tanto para el cultivador, como para la planta y el medio ambiente.

¿Cómo saber si un cultivo es orgánico?

Hay muchas empresas y productores que afirman que su producto es orgánico. Pero ¿qué significa esto?

Un cultivo 100% orgánico es aquel en el que se usan exclusivamente métodos y productos naturales. Los ingredientes que se permiten en el cultivo orgánico son aquellos que provienen de plantas, animales o rocas, siempre y cuando se extraigan de manera natural y sostenible, no se alteren en un laboratorio y no se añada ninguna sustancia sintética en el proceso.

Para hacernos una idea, debemos tener en cuenta que el cultivo con sustancias sintéticas consiste en extraer y modificar todos y cada uno de los nutrientes hasta obtener su forma más simple (aunque menos natural) y dárselos directamente a las plantas para que los absorban a través de las raíces o las hojas.

El cultivo orgánico toma un camino muy diferente. Lo que buscamos es emular la manera de vivir de la planta en la naturaleza, recogiendo los nutrientes que estarían presentes de manera natural en su ecosistema y usándolos para alimentar los microbios del suelo, que a su vez nutrirán a la planta.

De esta manera conseguimos que la planta verdaderamente dé lo mejor de sí misma, pues está “como en casa”. Y en el proceso no causamos un impacto grave ni en las aguas, ni en el aire, ni en el suelo que nos rodea.

Cultivar orgánico es una técnica de lo más útil para que el cultivador extraiga el máximo provecho de sus plantas, pero también es una filosofía de vida. Consumir orgánico significa ser conscientes de que formamos parte de un todo más grande y hacer el esfuerzo por reducir la huella que dejamos tras nosotros.

¿Es el cultivo orgánico posible y rentable?

Por supuesto que sí. Hay diferentes maneras de cultivar orgánico, dependiendo del cultivo que estemos llevando a cabo, así como el ámbito en el que estamos cultivando y cada una de ellas nos dará los mejores resultados, si es la idónea para nuestro caso.

El cultivo en exterior puede llevarse a cabo de la manera absolutamente tradicional, poniendo las plantas en la tierra madre, mejorando el sustrato con compost o materia orgánica, y dejando que la naturaleza se encargue del riego y la nutrición. El cultivador solamente tendrá que preparar el compost o alimento natural para enmendar el sustrato al principio del cultivo y, si es necesario, proteger a las plantas de posibles plagas y condiciones climáticas demasiado adversas.

Lo orgánico también se puede llevar al indoor, usando macetas, un armario de cultivo y equipamiento profesional. En este caso, puesto que las plantas cuentan con un espacio limitado de sustrato donde echar raíces, la nutrición pasa a ser una de las principales preocupaciones del cultivador, así como la atención a las condiciones climáticas ideales.

Durante las últimas décadas los avances tecnológicos también se han aplicado al cultivo orgánico. En este caso, la ciencia no ha buscado alterar a la naturaleza, sino encontrar la mejor manera de traer lo natural hasta cada cultivador.

Por supuesto, el organic grower puede fabricar sus propios nutrientes, pero nunca tendrá la seguridad de contar con el equilibrio más adecuado entre las diferentes sustancias ni podrá garantizar que los nutrientes sean estables. Además, fabricar alimentación orgánica para las plantas es algo que requiere procesos que duran varios meses y bastante espacio, lujos con los que no todos los cultivadores cuentan.

Hoy en día contamos con diferentes gamas de nutrientes líquidos que nos brindan una presentación fácil, equilibrada y controlada de los nutrientes que buscaríamos en la naturaleza para alimentar a nuestras plantas. Desde las melazas, hasta las algas marinas, pasando por las emulsiones de pescado, los aminoácidos, los ácidos húmicos y fúlvicos o los extractos de aloe vera, encontramos productos comerciales que nos ofrecen todos los beneficios de estos ingredientes naturales, pero con la ventaja de una presentación cuidada, testada y con la garantía de que en cada mililitro de producto encontraremos los mismos ingredientes y en la misma concentración. Además, estos productos están garantizados y certificados por terceros, dando fe de su calidad y de su carácter orgánico, tanto en los ingredientes como en los procesos usados.

¿Cuáles son las ventajas de un cultivo orgánico?

Las ventajas del cultivo orgánico son numerosas y pesan mucho en el momento de decidir cómo será nuestro siguiente cultivo.

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1. El cultivo orgánico es productivo y rentable

El rendimiento del cultivo orgánico es muy bueno. Es un mito que lo orgánico produce menos que lo cultivado con fertilizantes químicos. Esta percepción errónea es anticuada y hoy en día solamente se sostiene por cultivadores que no aplican el conocimiento de la manera adecuada o que cultivan con productos orgánicos siguiendo las directrices aprendidas del cultivo mineral.

La orgánica es la manera natural de cultivar. Millones de años de evolución han configurado a nuestra querida planta de cannabis para sobrevivir, superarse y producir en su medio de esta manera. Por esta razón el cultivo orgánico hace que la planta exprese su genotipo de la mejor manera posible, ofreciéndonos esos terpenos y matices que tanto hemos trabajado para conseguir.

2. Podemos ahorrar tanto en nutrición como en lucha contra plagas

Por otra parte, cultivar de manera orgánica también nos ayuda a reducir costes en la lucha contra las plagas y las enfermedades. El cultivo orgánico se basa en que desde un principio preparamos el entorno para que la planta crezca sana y fuerte. Si mantenemos las condiciones idóneas y el micro ecosistema sano, nuestra planta será capaz de no sucumbir a enfermedades y repeler las plagas por ella misma. Esto por una parte significa menos inversión en lucha contra estos problemas, y por otra se traduce en una planta más productiva, pues nada ha interrumpido su ciclo natural de crecimiento y floración.

Además, comenzar un cultivo orgánico solamente requiere la inversión en sustrato y nutrientes líquidos, mientras que un cultivo hidropónico o con productos minerales requiere una inversión más grande en un sistema de riego, equipamiento, medidores, etc. Con poco dinero y esfuerzo obtendremos una cosecha de suficiente cantidad y calidad.

Por último, gracias a que el cultivo orgánico se basa en la creación de un ecosistema de microorganismos en el sustrato, después de terminar nuestro primer cultivo ya contaremos con un buen sustrato que nos ayudará a cultivar de nuevo sin tener que comenzar de cero. Partiremos de una buena base con un suelo vivo que hará que las plantas den el máximo de sí mismas.

3. Disfrutamos del potencial genético en su máximo esplendor

El cultivo orgánico también nos permite sacar el máximo rendimiento de una semilla y disfrutar de la genética tal cual la concibió el breeder, con todos su matices y características. Esto se debe a que los productos 100% orgánicos no alteran el desarrollo de la planta, solamente le dan lo que necesita para seguir su curso natural de la manera más eficiente posible.

Este tipo de cultivo nos permite además obtener todo el espectro de cannabinoides que la planta tiene codificados en su ADN. Así obtenemos una cosecha con un gran sabor, llena de matices, y con todos los efectos que buscamos al cultivar una determinada genética por encima de otra.

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4. Salud y seguridad para el consumidor

Esa cosecha que durante meses hemos estado cuidando es la que finalmente acabaremos consumiendo. En el caso del cannabis, consumimos generalmente con fines medicinales (para aliviar alguna condición o molestia) o con fines recreacionales (para animarse, relajarse, concentrarse, u otro efecto según la variedad elegida). En ninguno de estos casos queremos encontrar en nuestro cannabis sustancias perjudiciales o dañinas para nuestra salud.

El hecho de consumir lo que cultivamos debería ser una de las prioridades para elegir el cultivo orgánico por encima de cualquier otra opción. El cultivo 100% orgánico y certificado nos garantiza una cosecha limpia de sustancias perjudiciales. No notaremos los efectos negativos de los nutrientes sintéticos, como los dolores de cabeza, la garganta seca o el sabor desagradable. Disfrutaremos solamente de los aromas de nuestra variedad favorita, sin alterar y sin ningún tipo de peligro.

5. El cultivo orgánico es más sencillo y seguro

Pero por si todos estos motivos no fueran suficientes, el cultivo orgánico resulta además mucho más sencillo de llevar a cabo que otras técnicas de cultivo de cannabis. Una buena preparación del medio prácticamente nos asegura un cultivo exitoso y sin complicaciones.

Los nutrientes sintéticos están formulados de tal manera que resultan inmediatamente disponibles para la absorción de la planta. Esto tiene la ventaja de que podemos corregir las deficiencias de manera rápida, pero también nos pone en un continuo peligro de sobrefertilización. Unos pocos mililitros de más pueden arruinar un cultivo en un abrir y cerrar de ojos.

En el caso de los productos orgánicos, los nutrientes no están inmediatamente disponibles para la planta. El alimento se encuentra en la manera natural en que se encontraría en la naturaleza, que es una forma compleja que necesita un procesamiento. De esto se encargan los microorganismos del sustrato: bacterias, hongos, protozoos y nematodos principalmente. Todos estos seres vivos microscópicos se alimentan de los nutrientes que damos en cada riego, procesándolos hasta que quedan en formas simples disponibles para la planta. La diferencia entre este proceso y dar los nutrientes directamente a la planta es que en el caso del cultivo orgánico estos microorganismos regulan la cantidad de nutrientes que se hacen disponibles. De esta manera prácticamente queda descartada la posibilidad de sobrefertilizar de manera accidental.

Este ecosistema de plantas y microorganismos es tan fuerte que puede sobrevivir a los errores del cultivador o las condiciones ambientales inesperadas con pocas o nulas consecuencias. Sin embargo, cuando nuestra planta depende exclusivamente de que mezclemos los nutrientes con el agua de riego en el momento justo y la cantidad exacta, la planta queda desprotegida ante posibles peligros, pues no cuenta con las herramientas para sobrevivir a una condición adversa.

6. Nos preocupa el cuidado del medio ambiente

Por último, pero no menos importante, debemos tener en cuenta el impacto ambiental de cualquier cultivo por parte del ser humano.

El uso de productos sintéticos y minerales entraña un gran peligro para los diferentes ecosistemas en que vivimos, pues estos productos no se descomponen de manera natural y tampoco promueven el desarrollo de microorganismos beneficiosos en el sustrato. Como resultado, estas sustancias contaminan el agua, empobrecen la calidad del suelo y dejan una huella negativa y duradera en los lugares en que vivimos.

Podemos evitar estas consecuencias negativas usando productos naturales. Estos productos serán aprovechados por las plantas y los microorganismos de nuestro cultivo y, si hay algún excedente, estas sustancias no contaminarán el agua o la tierra que toquen.

¿Cómo cultivar 100% orgánico en casa?

Un buen medio de cultivo

El medio de cultivo es esencial cuando elegimos la manera orgánica de cultivar. Aquí es donde se van a encontrar los nutrientes, los microorganismos beneficiosos y la “boca” de la planta.

Preparar bien el sustrato, llenarlo de materia orgánica y de organismos vivos es lo que nos garantizará el éxito al final del cultivo.

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Si nos decidimos por el cultivo en interior con nutrientes líquidos 100% orgánicos, además contaremos con la ventaja de que estos nutrientes son procesados por los microorganismos del sustrato y no se acumulan en forma de sales en el suelo. Esto no solo significa que nos enfrentamos a excesos de nutrientes y los problemas derivados de ellos. También significa que si nos pasamos un poco cuando regamos solo con agua, los nutrientes se verán arrastrados y desaparecerán por el drenaje, haciendo que tengamos que seguir añadiendo más y más productos.

Podemos evitar esto usando nutrientes líquidos 100% orgánicos, que quedan fijados en el sustrato por los microorganismos y que estarán disponibles cuando el ecosistema detecte que es necesario liberarlos.

Control del ambiente

Cuando cultivamos en exterior las posibilidades de controlar el ambiente son más limitadas, pero si elegimos el cultivo indoor en armario equipado, podemos y debemos estar atentos a todos los parámetros que influyen en el ciclo de nuestra planta.

Por ejemplo, una temperatura adecuada no solamente influye en si la planta crece más o menos. También tiene un efecto sobre la actividad microbiana, que será más activa entre los 20ºC y los 30ºC.

Sin embargo, el cultivo orgánico es menos susceptible a consecuencias graves debidas a la alteración de estos parámetros, pues como hemos comentado, tanto la planta como el ecosistema son lo bastante fuertes como para sobrevivir a un cambio de temperatura o un fotoperiodo incorrecto.

Control de plagas, solo si es necesario

Como hemos comentado anteriormente, las plagas y enfermedades no deberían ser una preocupación central para el cultivador orgánico, puesto que una planta saludable y un ecosistema maduro y fuerte repelen de manera natural los patógenos e invasores.

Sin embargo, en ocasiones los problemas aparecen, sobre todo en cultivos en exterior, que son más vulnerables a ataques. En esos casos el cultivador orgánico también cuenta con armas y herramientas que le ayudan a combatir estos problemas de manera orgánica.

En este caso, de lo que se trata de usar solamente aquellos métodos o sustancias que no dañen los microorganismos benignos que viven en el suelo y las hojas de las plantas. En general los pesticidas sintéticos son tan poderosos que acaban con casi todos los organismos vivos, tanto patógenos como beneficiosos. Los métodos orgánicos se basan primeramente en una buena prevención, y después en la lucha natural contra los invasores, ya sea con sustancias como el aceite de neem o con otros seres vivos, como los insectos que se alimentan de larvas de otros insectos.

Buenos nutrientes

Por supuesto, los nutrientes que damos a las plantas juegan un papel fundamental en su salud y en su productividad.

La enorme ventaja del cultivo orgánico en este sentido es que los nutrientes se encuentran en su forma natural, así que tienen una biodisponibilidad muchísimo más alta que los nutrientes minerales.

Cuando cultivamos con productos sintéticos debemos aumentar la EC muchísimo debido a que la biodisponibilidad de las sales es baja, así que aumentamos la concentración. Pero cuando elegimos los productos 100% orgánicos nos olvidamos de la EC y nos centramos en dar la dosis recomendada por el fabricante, sabiendo que la planta será capaz de absorber una gran parte de los nutrientes que le aportamos en cada riego.

Existen además productos completamente naturales que aumentan esta disponibilidad hasta un porcentaje altísimo, como es el caso de Bio·Heaven de Biobizz.

Certificados y garantías de calidad

Todas las ventajas del cultivo orgánico han causado que se convierta en una moda muy extendida hoy en día. Y como con todas las modas, surgen marcas y productos que prometen un producto orgánico y de calidad, pero solo tienen su palabra para respaldar esa afirmación.

En situaciones así, como consumidores contamos con herramientas como los certificados y los sellos de garantía que nos ayudan a comprobar el origen o el carácter orgánico de un determinado producto. Cuando vemos uno de estos certificados o sellos en una etiqueta, lo que significa es que ese producto ha sido auditado por un organismo externo a la marca y se ha comprobado que los ingredientes usados son 100% naturales, que los procesos de manufacturación son sostenibles y que no se ha añadido ninguna sustancia artificial en ningún momento de la fabricación. Algunos de estos organismos tienen cambios de acción amplios dentro de la agricultura, como el caso de Control Union, pero también existen certificados ecológicos específicos del cannabis, como Clean Green y EnvirOganic. Ver estos certificados en la etiqueta de un producto nos da la seguridad de estar usando un producto 100% orgánico que nos ofrecerá la mejor calidad durante el cultivo y después de la cosecha.

Un buen ejemplo de nutrientes de altísima calidad y sobradamente certificados son los productos Biobizz. Esta marca lleva casi 30 años en el sector, produciendo sustratos, mejoradores, nutrientes y complementos para nuestras plantas, de manera que nos facilita un cultivo orgánico sencillo y nos garantiza una cosecha asombrosa, tanto en cantidad como en calidad. Los nutrientes Biobizz son 100% orgánicos, certificados por prestigiosos organismos internacionales, y además la mayoría de ellos son aptos para uso en cultivos veganos.

Tu hierba más verde: ¿Por qué elegir el cultivo 100% orgánico? BioBizz

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