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Blue Dream Weed Club: resistencia y cultura cannábica en Barcelona

Barcelona lleva más de una década siendo epicentro del modelo asociativo cannábico en Europa. Entre los clubes que han sabido resistir las turbulencias legales y las tensiones con la administración destaca el Blue Dream Weed Club, un espacio que se reivindica como comunidad, refugio y altavoz de la cultura cannábica en la calle Comte d’Ugell  Nº15.

En tiempos donde los titulares hablan más de clausuras que de avances, Blue Dream recuerda que un club social no es un negocio disfrazado, sino un lugar de encuentro entre adultos que comparten una misma afición. Allí no se compra ni se vende; se participa, se debate, se aprende. Es en esos matices donde se juega el futuro del movimiento cannábico: en demostrar que los clubes no son un problema, sino parte de la solución frente al mercado negro.

El club ofrece charlas sobre reducción de riesgos, talleres culturales, debates sobre usos terapéuticos y un ambiente que rompe con el viejo estigma que todavía pesa sobre la planta. Blue Dream es, en ese sentido, más que un club social: es una pequeña trinchera de normalización en pleno Eixample barcelonés.

Blue Dream Club

No podemos ignorar, sin embargo, el delicado marco legal en el que se mueven estas asociaciones. Desde que la ley catalana de 2017 fuera tumbada en los tribunales, la inseguridad jurídica se ha convertido en norma. La política municipal, además, parece empeñada en reducir el fenómeno a base de sanciones y cierres. Pero ¿de verdad ese es el camino? La experiencia demuestra que donde hay un club regulado, desaparece la clandestinidad y gana la salud pública.

Blue Dream, como tantos otros, sobrevive gracias al compromiso de sus socios y a la firme voluntad de demostrar que otra forma de relacionarse con el cannabis es posible. Mientras el debate sobre la regulación integral sigue encallado en Madrid, estos espacios encarnan un modelo alternativo que merece ser escuchado, no perseguido.

La pregunta que queda en el aire es simple: ¿queremos clubes transparentes, comunitarios y responsables como Blue Dream, o preferimos dejar que el mercado negro siga marcando las reglas? La respuesta debería ser obvia.

Blue Dream Club
Blue Dream Club

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