El Blooms Café de Irlanda (no podía llamarse de otro modo, claro) permite a sus clientes tomar café infundido con CBD e, incluso, comprar CBD.
Irlanda no permite el uso recreativo del cannabis y el medicinal está restringido a que se estudie el caso específico. Sin embargo, esto no ha impedido al Café Blooms abrir sus puertas al CBD.
Blooms se mantiene en lo legal: lo que vende lo hace bajo la ley y con el THC justo que marca el Estado. Aunque se parece a su contrapartida coffee shop de Ámsterdam las diferencias son sustanciales: en el irlandés no se puede consumir cannabis solo los productos a la venta. Tampoco puede uno llevar su propia mandanga ni tomarla en las inmediaciones como sí sucede en Amsterdam.
En otras palabras, es una especie de de versión descafeinada. El THC está por debajo de 0.2 y las plantas que se venden o bien son solo de CBD o bien es cáñamo. El CBD y las plantas vienen de Croacia.