En Colorado están en proceso de regularizar el kratom, una planta de origen asiático que sirve para aliviar el dolor.
No es el primer estado que lo regula pues es una planta que, pese a que sus efectos analgésicos la emparentan con el cannabis, se puede adquirir en bastantes lugares de los EE.UU. La diferencia es que en Colorado el mercado va a estar regulado.
El kratom no está en la lista de sustancias reguladas pero no está permitida en 6 estados y en Washington D.C. En otros estados como Arizona, Georgia, Nevada, y Utah la planta está regulada. El siguiente será Colorado, presumiblemente después de las elecciones de 2020.
El kratom se extrae de triturar hasta convertir en polvo la planta Mitragyna speciosa, que crece en Tailandia, Malasia y Papúa Nueva Guinea. Este polvo se mete en cápsulas para su consumo. Sus efectos son similares al de los opioides: sedación, alivio de la ansiedad y del dolor. A veces se describen episodios de euforia como sucede con los opioides.
Los médicos no están nada convencidos sobre que el kratom sea un buen reemplazo para un tratamiento con opioides. Se considera que es poco efectivo y sus efectos están lejos de estar demostrados. Lo estudios que hay no han logrado demostrar que el kratom sea efectivo pero sí que se conocen casos en los que esta medicina ha producido problemas de hígado si se usa constantemente. Ni siquiera se considera efectivo para reducir la cantidad de opioides que uno consume.
