Tanto el CBD como el kratom producen extractos que son utilizados para calmar el dolor. ¿Cuál de los dos se ajusta mejor a tus necesidades?

El CBD ya lo conocéis: el cannabinoide que puede ser extraído de la marihuana y que no tiene efectos psicoactivos. Por lo general se le atribuyen propiedades relajantes y contribuye a aliviar el dolor.

Por el otro lado está el kratom (Mitragyna speciosa), una planta que crece en el sureste de Asia y en las remotas islas del Pacífico. Se ha hecho tan popular en los EE.UU que el gobierno federal ya ha puesto su mirada encima de la planta que, hasta ahora, es completamente legal. Se considera que el kratom puede ayudar con la artritis, la ansiedad o para que uno se desenganche de los opioides. ¿Os suena?

Los alcaloides a los que se les atribuye estas propiedades en el kratom son la Mitraginina (MG) y la 7-hidroximitraginina (7-HMG). Estos alcaloides interactúan de manera similar al CBD. La diferencia está en que el 7-HMG sí tiene efectos psicoactivos y opera en los mismos receptores que los opiáceos.

Aunque el kratom se puede comer lo habitual es encontrarlo seco o preparado en cápsulas.

Tanto CBD como kratom ayudan con similares dolencias. ¿Cuál es más efectivo? Pues de momento no está nada claro. Del CBD tenemos bastantes estudios (aunque aún son necesarios más) mientras que del kratom escasean. Desde un punto de vista médico el CBD funciona mejor que el kratom solo porque nos faltan datos de su efectividad.

En estos momentos hay varios proyectos para estudiar el kratom como el de la Universidad de Florida, que ha recibido 3.5 millones de dólares para conducir una gran investigación sobre los efectos del kratom. Por el momento en los estudios que se han conducido contra el dolor en los que se utilizó kratom el resultado es de un 90% de personas que lo calificaron como “muy efectivo”.

Pese a que la MG parece efectiva para ayudar a dejar los opiáceos el 7-HMG podría tener una contrapartida como efectos secundario. Al actuar en los mismos receptores de los opiáceos es probable que cree adicción. Por el momento se desconoce si esto puede ser así aunque se ha reportado dolor, ira y dificultad para dormir cuando uno deja de tomarlo.

Los efectos secundarios del kratom son peores que los del CBD: falta de apetito, nauseas o boca seca. También tiene mala prensa porque se produjo un brote de salmonella en 41 estados de los EE.UU donde enfermaron 199 personas. Nada de esto sucede con el CBD. El único riesgo del CBD es comprar “falso” CDB que tenga componentes químicos peligrosos, pero se trataría de una asunto diferente. Es muy complicado que en un sitio donde el CBD esté regulado se de un problema serio de salud.

Por tanto, ¿cuál es mejor? Por todos estos motivos ahora mismo nos quedamos con la seguridad del CBD. Puede que en el futuro el kratom esté mucho más controlado y se conozcan más sus efectos, cómo aumentarlos o paliarlos, pero a día de hoy el CBD le adelanta por la derecha.