La Académie de Médecine de Francia volvió a emitir una firme advertencia contra la legalización del cannabis recreativo. En una declaración publicada a principios de abril, la institución reiteró su postura, respaldándose en una selección de estudios internacionales y cifras que apuntan a un aumento de riesgos sanitarios en países donde la regulación ya está vigente.
Sin embargo, reportan desde NewsWeed, que la institución omitió por completo las consecuencias adversas de la propia prohibición, como el auge del mercado negro, la criminalización de lo consumidores o la falta de regulación sobre los productos que circulan clandestinamente.
El comunicado afirma que legalizar el cannabis “provocaría graves problemas en términos de salud pública”. Para sostener esta advertencia, se citan cifras de Canadá, donde se produjo un aumento del 12% al 22% en las hospitalizaciones relacionadas con el consumo de cannabis entre adultos, o el incremento de hasta tres veces en ingresos hospitalarios de niños pequeños por ingestiones accidentales de comestibles con THC. También se menciona que los accidentes de tráfico con conductores que dieron positivo por THC se habrían duplicado.
Aún más alarmante, según la Academia, sería el impacto sobre la salud mental. En su declaración citan un supuesto aumento de los diagnósticos de esquizofrenia asociados al consumo de cannabis en jóvenes de entre 19 y 24 años, pasando del 3,7% al 10,3% tras la legalización. Entre adolescentes de 12 a 19 años, el riesgo de trastornos psicóticos se habría multiplicado por once.
También cuestiona directamente las conclusiones del Informe parlamentario nº 974, presentado en febrero de 2025, que defiende la regulación como una estrategia para mejorar la prevención y facilitar tratamientos de sustitución. “Estos tratamientos no existen, ni para el cannabis ni para la cocaína”, sostiene la institución. También refuta que la legalización haya debilitado al mercado ilegal, aunque omite mencionar que en Canadá entre el 75% y el 95% de las ventas ya se realizan en el mercado legal.
En cuanto a la regulación de la potencia del cannabis, se alerta sobre el incremento del THC en productos autorizados. “En Uruguay, el nivel de THC pasó del 2% al 15%”, dice el comunicado, para luego lanzar una pregunta retórica: “¿Cómo se consigue que personas acostumbradas a tasas del 15 o 20% consuman cannabis en dosis bajas?”.
También se critica la idea de que legalizar puede contribuir a la prevención, calificándola de “paradójica”. Según la Academia, el acceso legal normalizaría el consumo en adolescentes. Sin embargo, estudios internacionales demuestran que en países donde se ha legalizado, como Canadá o algunos estados de EE. UU., el consumo juvenil ha disminuido.
La postura de la Academia ha generado reacciones. El Collectif pour une nouvelle politique des drogues (CNPD), conformado por entidades como Médecins du Monde, SOS Addictions y Fédération Addiction, emitió un comunicado en el que critica el enfoque “exclusivamente represivo” y aboga por un modelo centrado en la salud. Para el CNPD, la prohibición contribuye a la marginalización social, impide el acceso a información y servicios, y mantiene a los usuarios bajo el riesgo de productos adulterados.