Carlos López, el síndico que está encargado de llevar adelante el remate de la empresa uruguaya de cannabis medicinal Boreal, ubicada en Uruguay, dijo que busca vender 20 toneladas de flores que están almacenadas en la planta ubicada en la ciudad de Salto, al noroeste del país. “La mercadería está en buen estado. Por el paso del tiempo va perdiendo algunas propiedades, pero está bien conservada”, contó López, en diálogo con el medio local El Observador.
Según contó el síndico, estas flores ya fueron procesadas y secadas antes del cierre de las operaciones de la empresa, a mediados del año pasado. De las 20 toneladas de mercadería, cinco podrían ser utilizadas para fines medicinales, mientras que el resto tendrían un potencial industrial. La venta de esta producción se realizará a través de una licitación cerrada, ya que solo seis empresas de Uruguay tienen habilitación para disponer de ella. En caso que no haya ofertas, el cannabis será destruido. “Ya estamos en contacto con el Ministerio (de Salud Pública) para conocer cómo son los procedimientos para destruir este tipo de mercadería”, agregó López.
El primer intento de remate se realizó a fines de agosto pasado, pero fueron rechazadas todas las ofertas ya que tan solo se ofrecieron 700 mil dólares, cuando el piso estaba valuado en el millón de dólares por la adquisición de las instalaciones que incluyen maquinarias e inmuebles. El próximo 26 de noviembre se volverá a iniciar el proceso del remate, pero esta vez de forma separada por los activos de la empresa quebrada.
La empresa Boreal está envuelta en una trama de estafa y el asesinato de su fundador, Gonzalo Aguiar. Si bien la compañía prometía impulsar la industria uruguaya del cannabis y contó con el apoyo del actual presidente, Luis Lacalle Pou, con la visita a las instalaciones de cinco mil metros cuadrados y una capacidad de producción de 20 toneladas diarias de cáñamo, nunca cumplió las expectativas. En julio del año pasado, sus 400 empleados fueron despedidos mediante una cadena de Whatsapp. En caso que se efectúe, la venta de Boreal saldaría las deudas con un grupo de inversores canadienses y las indemnizaciones que le corresponden a los ex empleados.