En un escenario donde el consumo de cannabis con fines no médicos sigue siendo ilegal, Suiza se enfrenta a una paradoja considerando que más de 220.000 personas utilizan la planta de manera recreativa pese a las restricciones vigentes. En este contexto, la Comisión de Seguridad Social y Salud del Consejo Nacional impulsa un cambio normativo significativo bajo la Ley de Productos de Cannabis, actualmente en consulta pública.

Este anteproyecto propone un modelo de acceso regulado para mayores de 18 años, con énfasis en la protección de la salud pública, la reducción del mercado ilegal y la prevención en menores de edad. En ese marco, el Ayuntamiento de Lucerna expresó a comienzos de noviembre de 2025 su apoyo explícito a la iniciativa federal. "La introducción de una regulación del consumo y del mercado del cannabis es expresamente bienvenida", señala un comunicado citado por el medio suizo Zentralplus.

El gobierno municipal destaca que un mercado legal no solo mejora la seguridad y la calidad de los productos disponibles, sino que también permite implementar medidas de prevención sanitaria más eficaces. Lucerna subraya que la reforma debe evitar una comercialización agresiva y por ello apoya la prohibición de la publicidad de productos cannábicos, un aspecto clave para mantener el foco en la salud y no en el lucro.

Otro de los ejes planteados por el municipio suizo es la necesidad de competir eficazmente con el mercado ilícito. Para ello, propone ajustar precios, límites de venta y niveles de THC de forma que se incentive el abandono del circuito ilegal y se minimicen los riesgos asociados al consumo. La consulta federal permanecerá abierta hasta el 1 de diciembre, y se espera que en las próximas semanas se clarifique el nivel de apoyo político a la reforma.

La propuesta no surge en el vacío. Suiza ha venido desarrollando ensayos piloto en ciudades como Zürich, Basilea, Berna, Lucerna y Lausana, donde se implementan esquemas de venta regulada para uso adulto bajo vigilancia sanitaria. Estos proyectos, coordinados por la Oficina Federal de Salud, han mostrado resultados positivos en términos de orden público, eficacia de distribución y aceptación social, considerando -además- que países como Alemania ya han adoptado marcos legales para el uso adulto del cannabis.