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"Eliminar las hojas grandes favorece la maduración y el desarrollo de los cogollos bajos"
Desde que cortamos un esqueje de la planta madre hasta que desarrolla sus propias raíces, debe sobrevivir con la humedad que contiene en su interior, ya que no tiene forma de absorber más. Esta es la razón por la que los esquejes siempre se enraízan en un miniinvernadero, en el que la humedad se mantiene muy alta para reducir su deshidratación. Recortar las hojas del esqueje a la mitad impide que traspire tanto y facilita que no se deshidrate y, al mismo tiempo, mantiene una menor densidad de hojas en el miniinvernadero, lo que reduce las probabilidades de que aparezcan hongos o bacterias que puedan pudrir los esquejes.
Eliminar las hojas grandes favorece la maduración y el desarrollo de los cogollos bajos, porque aumenta la luz que llega hasta ellos, pero también reduce la capacidad fotosintética de la planta, por lo que esta produce menos energía con la que fabricar flores.
Al podar las ramas y hojas bajas evitamos que la planta malgaste energía en cogollos que no reciben mucha luz y que nunca van a tener tanta calidad como los cogollos principales. De este modo, las colas centrales reciben toda la energía y pueden alcanzar su máximo potencial. Muchas de las ramas bajas chupan energía de la planta y la utilizan intentando crecer lo suficiente como para llegar hasta zonas bien iluminadas. Toda esa energía estaría mejor aprovechada si se dirigiese directamente a las ramas que ya están en una posición que les permite recibir la máxima intensidad de luz.
Algunos cultivadores aseguran que, al eliminar las hojas grandes al principio de la floración, las plantas se estiran menos, por lo que toda la planta recibe una mejor iluminación y puede desarrollar buenos cogollos en toda su estructura. El crecimiento excesivo en altura solo consigue que la parte baja de la planta se quede desnuda de buenos cogollos, por lo que es un crecimiento desaprovechado.
Cuando eliminamos algunas de las hojas más grandes en las últimas semanas de la floración, quitamos parte de las reservas de nutrientes de las plantas, por lo que deben usar los que han acumulado en las hojas de los cogollos. Este proceso reduce la cantidad de minerales depositados en los cogollos y mejora el sabor final del producto. Es una forma de acelerar la eliminación de nutrientes de los cogollos, de forma similar a cuando dejamos de abonar durante la última semana antes de la cosecha.
"Con menos hojas, la ventilación de la plantación mejora y se reduce la humedad ambiental"
Sin duda, con menos hojas la ventilación de la plantación mejora y la menor transpiración de las plantas reduce la humedad ambiental, por lo que las condiciones son menos favorables a la aparición de hongos como la botritis o el oídio.
Las variedades autoflorecientes tienen un ciclo de crecimiento muy corto, por lo que cualquier actuación que limite o reduzca su capacidad de desarrollo puede afectar negativamente a la producción de cogollos. Por esta razón no es recomendable realizar podas de hojas en ellas, salvo en casos muy concretos, como eliminar alguna hoja suelta que esté sombreando mucho un cogollo o una premanicura al final de la floración para acelerar el proceso de cosecha si es que tenemos que recoger muchas plantas el mismo día.
Utilidad de las hojas
"Una defoliación fuerte tiene un efecto intenso sobre la capacidad de transpiración de la planta e influye sobre la absorción de agua y nutrientes"
Las hojas de la planta son el lugar donde se realiza la mayor parte de la fotosíntesis, un proceso que tiene dos fases: primero se capta la energía lumínica del sol (o las lámparas) y se transforma en energía química y luego se utiliza esa energía para fabricar materia orgánica en forma de hidratos de carbono (glucosa) a partir de agua y dióxido de carbono y liberando oxígeno a la atmósfera.
En términos generales, cuantas más hojas tiene una planta mayor es su capacidad de realizar fotosíntesis, por lo que puede captar más energía lumínica y fabricar mayor cantidad de glucosa, lo que se traduce en más crecimiento y desarrollo. Desde este punto de vista, la eliminación de hojas reduce la capacidad de crecimiento de la planta, por lo que debe hacerse con precaución y solo cuando el beneficio que se va a obtener supera el perjuicio de reducir la energía disponible.
Las plantas no fabrican hojas a lo loco; si una hoja ya no recibe buena iluminación. se encargan de extraerle los nutrientes, secarla y desprenderse de ella. Es verdad que las plantas han evolucionado en las condiciones naturales que se dan en el exterior, donde el sol se mueve a lo largo del día, por lo que la hoja que recibe sombra al mediodía puede estar bien iluminada por la mañana o por la tarde. En interior, sin embargo, las condiciones son muy diferentes y el cultivador puede lograr mejoras en la producción y en la calidad de los cogollos con una defoliación controlada en situaciones concretas.
Las hojas también son el principal instrumento que usa la planta para transpirar y regular su temperatura, ya que en su cara inferior se encuentran la mayoría de los estomas, pequeños poros por los que la planta intercambia gases y humedad con la atmósfera. Una defoliación fuerte tiene un efecto intenso sobre la capacidad de transpiración de la planta, lo que a su vez influye sobre la absorción de agua y nutrientes por las raíces y dióxido de carbono y oxígeno por las hojas: con menos transpiración, menos absorción.
Las hojas grandes actúan como depósitos de nutrientes donde la planta almacena comida durante las épocas en que fabrica más de la que necesita para utilizarla en los momentos en que consume más de la que produce, como durante la fase cumbre de la floración. Si se eliminan la mayoría de las hojas, la planta se queda si estos nutrientes de reserva.
Conclusión
La poda de hojas puede tener ventajas en algunas ocasiones pero también inconvenientes, por lo que hay que pensar antes de ponerse a cortar. Mi opinión es que las plantas no van a hacer más cogollos por cortarles hojas, de hecho, la capacidad de hacer la fotosíntesis se ve reducida, algo que en principio es negativo. Sin embargo, en ciertos momentos las ventajas pueden superar a los inconvenientes, como cuando queremos reducir el riesgo de aparición de hongos o cuando buscamos aumentar la iluminación que llega a un cogollo en concreto.