El mercado de CBD español ha completado una transformación notable en menos de una década, pasando de la inexistencia a generar 136 millones de euros anuales con más de 500 tiendas especializadas. El crecimiento del 35% anual sostenido demuestra una demanda robusta. Sin embargo, el sector opera significativamente por debajo de su potencial debido a un marco regulatorio obsoleto que data de 1967 y una "zona gris" legal que genera incertidumbre. El Real Decreto en tramitación para 2025 podría marcar el inicio de una nueva fase de expansión, aunque las proyecciones más optimistas -que sitúan el mercado en 335 millones para 2030- requieren una liberalización más ambiciosa que la actualmente contemplada. La paradoja española persiste: producir cannabis medicinal para el mundo mientras los pacientes nacionales tienen acceso limitado.
De 61 hectáreas a más de 250 marcas en menos de una década
El mercado español de CBD prácticamente no existía antes de 2017. En 2016, España cultivaba apenas 61 hectáreas de cáñamo. El punto de inflexión llegó en diciembre de 2017, cuando la OMS declaró que el CBD "no es adictivo ni nocivo para la salud", rompiendo las barreras mentales hacia estos productos.
La evolución de la facturación ilustra este crecimiento explosivo: el sector pasó de 7 millones de euros en 2018 a 14 millones en 2021 (+75% en un solo año) y alcanzó los 81 millones en 2022 según el informe Cannamonitor. Para 2024, las estimaciones sitúan el mercado de CBD específicamente en 136 millones de euros, dentro de un sector legal del cannabis que mueve 513 millones de euros (incluyendo grow shops y cannabis medicinal).
La sentencia Kanavape del Tribunal de Justicia de la UE (noviembre 2020) resultó fundamental para este despegue. El tribunal dictaminó que el CBD no es un estupefaciente y que los Estados miembros no pueden prohibir la importación de CBD legalmente producido en otro país europeo. Esta jurisprudencia abrió el mercado español a productos importados y legitimó las operaciones comerciales existentes, ahora comprar CBD es legal..
Radiografía actual del sector: tiendas, marcas y empleo
El mercado español de CBD presenta actualmente las siguientes características estructurales:
- 500-515 tiendas especializadas en CBD según el informe Cannamonitor 2024
- Más de 250 marcas compitiendo en el mercado
- 60 empresas activas en el segmento de cannabis medicinal/CBD
- 6.700-7.000 empleos directos generados por el sector
- Miles de estancos que también comercializan productos de CBD
Las principales cadenas son Innovation CBD, Greenery 420, y GB The Green Brand (Growbarato), líder en grow shops con más de 40 establecimientos. El canal online está "notablemente saturado" según fuentes del sector, con actores como JustBob, Innovation CBD, Cannactiva, CBD Alchemy y ProfesorCBD, que prevé facturar 1,2 millones de euros en 2025.
El crecimiento más rápido lo encontramos en franquicias de CBD, donde marcas especializadas ofrecen sus recursos para una implementación rápida, sencilla y rentable en España.
Geográficamente, el sector se concentra en el eje mediterráneo: Barcelona lidera como hub empresarial y concentra el 40% de socios de clubes cannábicos; Valencia destaca como centro de producción y distribución (139 establecimientos registrados); y Andalucía -especialmente Almería, Málaga y Sevilla- domina el cultivo. Las inversiones acumuladas alcanzan los 115 millones de euros, con el 54% procedente de capital extranjero.
España ocupa el quinto puesto europeo pero con potencial desaprovechado
En el contexto europeo, España se sitúa como quinta potencia del mercado de CBD, por detrás de Alemania, Reino Unido, Suiza y Austria. El mercado europeo total alcanzó 1.700 millones de euros en 2022 y se proyecta hacia los 2.600 millones para 2026.
La comparación con Portugal resulta ilustrativa del potencial perdido: el país vecino, con una política de liberalización desde 2001, facturó 180 millones de euros en 2023 —más que España con una población siete veces menor— y proyecta alcanzar los 363 millones para 2028. Esta disparidad se explica fundamentalmente por el marco regulatorio.
España opera bajo una legislación heredada de 1967 para las licencias de cultivo. El CBD es legal si contiene menos del 0,2% de THC, pero está prohibido como complemento alimenticio y solo se permite como producto cosmético o de uso externo. El único medicamento aprobado con CBD es Epidiolex, para epilepsia grave. Esta situación genera una contradicción: España es la séptima potencia mundial en producción de cannabis medicinal (con 51.300 kg producidos en 2024), pero exporta casi toda su producción mientras importa productos terminados de Italia, Suiza y República Checa.
Las proyecciones para 2030 dependen enteramente del marco regulatorio
El informe Cannamonitor plantea dos escenarios radicalmente diferentes para 2030, determinados exclusivamente por las decisiones regulatorias:
Un modelo abierto similar al de Canadá o Israel llevaría el mercado de cannabis medicinal a 335 millones de euros, con tratamiento para 196.000 pacientes. Prohibition Partners eleva esta proyección hasta 3.000 millones de euros para 2028 si se incluyera el cannabis recreativo. En contraste, un modelo restrictivo tipo Italia limitaría el mercado a apenas 6 millones de euros y 13.000 pacientes.
Actualmente, un Real Decreto sobre cannabis medicinal se encuentra en tramitación (enviado a la Comisión Europea en enero de 2025), centrado en fórmulas magistrales tipificadas. Su aprobación se espera entre abril y junio de 2025, aunque no incluirá la flor de cannabis ni el autocultivo. El CAGR proyectado para el período 2025-2034 es del 17,4%, más conservador que el 35% histórico.
La demanda potencial es sustancial: 3 millones de consumidores regulares de cannabis en España, 8 millones de pacientes con dolor crónico que podrían beneficiarse, y un 90% de apoyo popular a la legalización del cannabis medicinal según encuestas. El 29% de los adultos españoles ha probado el CBD al menos una vez.