Obtención de híbridos comerciales (Parte 2)
Segunda parte del especial sobre cómo meterse en esto de los híbridos comerciales.
Segunda parte del especial sobre cómo meterse en esto de los híbridos comerciales. Si queréis la primera parte la podéis encontrar aquí.
Híbridos simples o F1
El primer caso es el más sencillo de obtener. Se trata de un individuo cuyos dos parentales pertenecen a líneas puras distintas. Estas variedades son las que provocaron la “democratización” del cultivo de cannabis en interior. Algunos de los breeders más importantes de la historia, como Joint Doctor, Shantibaba y Neville, desarrollaron híbridos simples a partir de variedades puras pertenecientes a distintas landraces de cannabis. Uno de los ejemplos más claros de híbridos simples es la variedad White Widow; según la creencia popular, un híbrido entre una planta del sur de la India y una sativa brasileña.
Los híbridos simples no siempre son superiores a los parentales utilizados en el cruce. Eso depende de su aptitud combinatoria general, que puede variar en función de las líneas consanguíneas de partida. Una vez conseguidas dos líneas que combinen bien, cuyos rasgos favorables (producción, productividad, resistencia a plagas…) sean complementarios, la descendencia será prácticamente homogénea. Esto supone una gran ventaja a la hora de comercializar las semillas y, sobre todo, a la hora de cultivarlas. Todos conocemos las características de estos híbridos F1, como, por ejemplo, la White Widow: todas las semillas dan lugar a plantas vigorosas, con ese aroma que nos recuerda a madera y con cogollos totalmente repletos de resina. La mayoría de los híbridos simples se caracterizan por la gran cantidad de nutrientes que necesitan para expresar su máximo potencial. Por desgracia, la mayoría de las variedades de éxito no son híbridos F1 ni han sido debidamente estabilizadas, por lo que realizar cultivos de tamaño considerable con ellas no suele ser práctico. Una solución a este problema es el cultivo con clones seleccionados sobre estas semillas.
En la actualidad, el autor está trabajando en un cruce entre plantas procedentes de Swazilandia y Afganistán. Si ambas variedades tienen una buena aptitud combinatoria, el resultado se podrá encontrar en el circuito comercial de semillas feminizadas, pero aún queda un tiempo para eso.
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