El fin de semana del 20 al 22 del pasado mes de junio la ciudad de Berlín acogió la feria de Mary Jane. 60.000 visitantes acudieron al llamado de la planta en la capital de Alemania, precedidos por 3500 invitados que, el día antes, participaron de la jornada del B2B. Números que convierten a Mary Jane Berlin en el mayor evento cannábico del mundo. La nota de prensa de la organización, en la que daban las gracias a los participantes por haber hecho posible un evento tan apoteósico, empezaba diciendo “Seguimos sin palabras”.
Dada la magnitud de la convocatoria, los organizadores se mostraban agradecidos: “Tu confianza, tu valentía y tu dedicación han convertido este evento en lo que ha llegado a ser: un encuentro poderoso, pacífico e inspirador”. Porque, sin duda, junto a los organizadores y los expositores que demostraron la salud y poderío de la industria, la gran protagonista fue la gente. La revolución cannábica es una revolución popular, como prueba su aceptación general manifestada en la rápida normalización con la que se vive el fin de la prohibición en un país como Alemania, locomotora de la vieja y la nueva Europa.



Los 80.000 m² de espacio para eventos del recinto ferial Messe Berlin dieron cabida a conferencias magistrales, debates variados, actos educativos, expositores con todas las novedades y los productos de siempre, conciertos memorables, lugares de relax y atracciones de todo tipo. Más allá de la relevancia comercial de la feria, el festival profundizó en su enfoque comunitario y de reducción de daños, con iniciativas como el lema “Cannabis first” –que excluye el alcohol–, espacios exclusivos para fumadores y un equipo de concienciación dedicado. La entrega del Mary Jane Award al artista Stefan Raab subrayó el componente cultural de una cita donde el cannabis se celebra como símbolo identitario. Paralelamente, la conferencia organizada por Prohibition Partners reunió a 5.000 profesionales y cerca de 90 ponentes de la ciencia, la medicina y la política, aunque sin representación del CDU, Unión Demócrata Cristiana, partido en el Gobierno desde el pasado mayo que mantiene una postura regresiva frente a la legalización parcial impulsada por la anterior coalición de gobierno socialdemócrata, verde y liberal. En este contexto, se analizó la ralentización de la implantación de clubes de cultivo frente al crecimiento del autocultivo y la expansión de la telemedicina como vía de acceso al cannabis terapéutico. Empresas como Demecan destacaron la contribución fiscal del nuevo modelo legal, advirtiendo sobre los riesgos de una regresión normativa. La Semana del Cannabis, con encuentros paralelos como CB Club x EmpowHer y el foro empresarial, refuerza a Berlín como espacio de experimentación y liderazgo en políticas de drogas, con un ecosistema que integra activismo, salud pública, cultura y desarrollo económico.


Los organizadores ya preparan la feria del año que viene. En 2026 se cumplen diez años de Mary Jane Berlin y quieren celebrarlo dando un paso más, con un enfoque orientado “aún más hacia la calidad, el apoyo personal y la conexión real”. Será el fin de semana del 12 al 14 de junio, con la jornada B2B del jueves 11 dedicada a los profesionales. La asignación de estands comienza ya en octubre de este año.
El equipo de Mary Jane Berlin se despedía invitando de nuevo a todos los profesionales del sector y a los visitantes a repetir el año que viene y daban de nuevo las gracias por el éxito de este 2025. “Sigamos siendo valientes: esta industria necesita gente como nosotros”, terminaban en su nota de prensa.
































