La iniciativa, promovida por investigadores de la Universidad de British Columbia (Canadá), la Universidad de Washington y la Universidad de Ottawa, busca recabar información sobre los efectos subjetivos y fisiológicos provocados por estas especies de hongos psicoactivos.

Considerado una autoridad mundial en micología aplicada y defensor del uso consciente de los hongos, Paul Stamets lleva décadas promoviendo la investigación sobre las propiedades terapéuticas y cognitivas de diversas especies fúngicas. Su respaldo a este en redes sociales, destaca su la relevancia como una herramienta para profundizar en la comprensión de compuestos como el muscimol, presente en estas especies de Amanita muscaria y Amanita pantherina.

La encuesta está dirigida a personas que hayan consumido Amanita muscaria o Amanita pantherina en contextos rituales, recreativos o exploratorios. Se enfoca en aquellos casos donde las dosis fueron moderadas o altas, excluyendo especies mortales como Amanita phalloides o Amanita virosa, que han causado intoxicaciones severas e incluso muertes. Esta distinción taxonómica y farmacológica resulta clave para evitar confusiones peligrosas y promover un enfoque basado en la reducción de riesgo.

El estudio ha sido aprobado por un comité de revisión ética (IRB) y busca no solo recopilar datos cuantitativos, sino también capturar los matices cualitativos de las vivencias con estos hongos. La información se recogerá de forma completamente anónima a través de un cuestionario digital, y los resultados podrían sentar las bases para futuras publicaciones científicas.

Stamets subraya que este tipo de iniciativas son fundamentales para ampliar el espectro del conocimiento psicodélico más allá de las sustancias clásicas como la psilocibina o el LSD. En tiempos de creciente interés por los psicodélicos, integrar la voz de los usuarios resulta esencial para generar marcos reguladores y terapéuticos que respondan a las diversas realidades.