Si hay una pipa de agua que sea representativa del movimiento rastafari esta es el cáliz de vapor o steam chalice.
El cáliz sagrado de los rastafaris parece un coco al que le han pinchado un palo con el que se puede inhalar el humo del cannabis. Nada demasiado sofisticado. Este cáliz, según algunos entendidos, tiene una larga historia en la cultura jamaicana. Se desconoce por completo el origen de este dispositivo pero se tiene constancia que en 1972 se utilizó en una ceremonia en la bahía de Montego oficiada por un rastafari.
“El steam chalice, un invento jamaicano, es una forma más orgánica y segura de acceder a la esencia de la yerba, con la cantidad mínima de productos tóxicos que surgen de la llama al quemarla”, comenta Ah-Tesphaye, un nativo jamaicano rastafari. “Salud es bienestar, así que disfrutemos de las yerbas de una manera más ital”.
Ital significa, más o menos, “natural” en jamaicano. Es la palabra que se utiliza para señalar los productos que han sido cultivados de manera orgánica o la comida que es saludable.
El cáliz de vapor está fabricado con partes de bambú, cerámica y calabash o coco. La parte de coco (o calabash) es la que se rellena con agua (aunque lo ideal es el agua propia del coco); a esto se le acopla un caño de bambú que es esencial para la inhalación; la maría se pone dentro de la pieza de cerámica. No hace falta que se desbroce, va a saco. Se utiliza algo de yesca que se saca del coco para que se pueda encender. Por lo demás, funciona igual que una pipa de agua.
¿Más saludable? Pues eso habría que verlo pero sí que podría serlo por una razón. La diferencia fundamental es que la llama no toca la yerba, por lo que se podría decir que los contaminantes de la combustión no están presentes en el humo que uno traga.
Si queréis montaros un rito rastafari ya estáis tardando en buscar un tutorial en youtube para fabricaron una steam chalice DIY.