Un equipo internacional conformado por la Universidad de Utrecht (Países Bajos) y la empresa ElleVet Sciences (EE. UU.) publicó en el Journal of Feline Medicine and Surgery los resultados de un ensayo doble ciego, cruzado y aleatorizado sobre el uso de una pasta con CBD/CBDA en gatos diagnosticados con osteoartritis. El estudio representa uno de los primeros intentos de evaluar clínicamente este tipo de formulaciones en felinos, una especie que hasta ahora ha contado con escasa evidencia sobre eficacia de cannabinoides.
La investigación consistió en administrar a los 26 gatos participantes tanto la pasta activa como un placebo en periodos alternos. Para valorar el efecto analgésico se recurrió al Feline Musculoskeletal Pain Index (FMPI), validado como herramienta para evaluar el dolo por la plataforma TRiP de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, junto con un cuestionario quincenal completado por las personas cuidadoras (DORFOP), centrado en cambios de comportamiento y movilidad.
Los resultados mostraron que, en los 14 animales que completaron el protocolo, los niveles de dolor y disfunción disminuyeron de forma significativa tras seis semanas de tratamiento con CBD/CBDA. Las mejoras comenzaron a notarse desde la segunda semana, según lo reportado por los tutores. A nivel bioquímico, los análisis de seguridad no hallaron diferencias relevantes entre la pasta activa y el placebo, lo que sugiere un perfil seguro en los marcadores estudiados.
Sin embargo, el estudio también evidenció limitaciones importantes. Doce gatos abandonaron el ensayo, principalmente por rechazar la ingesta de la pasta o por presentar vómitos. Esta alta tasa de abandono resalta los desafíos en una especie notoriamente selectiva en cuanto a sabores y texturas. Los autores destacan la necesidad de desarrollar vehículos más adecuados para facilitar la administración sostenida.
Hasta ahora, la evidencia clínica sobre cannabinoides en gatos ha sido fragmentaria y poco concluyente. Revisiones previas advertían la falta de pruebas suficientes para recomendar su uso terapéutico en casos de artrosis felina, a pesar de contar con datos preliminares sobre seguridad y farmacocinética. Este nuevo estudio aporta información específica y de calidad, pero no equivale a una validación definitiva ni sustituye el criterio veterinario.