El gobierno de los EE.UU autoriza el gasto de 3 millones de dólares para que se investigue si el cannabis alivia el dolor.
De todo este presupuesto, ni un solo dólar va a ir a parar a investigación sobre THC. Por tanto, uno puede imaginar que todo este dinero se utilizará para explorar los beneficios de CBD que se extrae del cáñamo industrial.
Puede ser esta una de las investigaciones que supongan un punto y aparte en la relación entre medicina y CBD. La mayor parte de las personas que se apuntan a programas de tratamiento con cannabis medicinal lo hacen porque alivia el dolor por lo que probar por parte del gobierno federal que esto es correcto supondrá un salto adelante, entendemos, de la actitud del gobierno hacia la marihuana.
Pese a que los médicos más o menos coinciden en que el CBD ayuda en casos de dolor crónico y otros padecimientos, aún se desconoce cómo elaborar un tratamiento adecuado. Dosis, valores y tiempo de uso de CBD y cómo afecta a tal o cual dolencia es aún una cuestión nebulosa que carece de respuesta única.
"La ciencia está rezagada, detrás del interés y uso del público. Estamos haciendo lo mejor para ponernos al día", dijo el médico David Shurtleff, subdirector del Centro Nacional para Salud Integral y Complementaria, que está ofreciendo los fondos para los proyectos. Por desgracia esta misma persona asegura que el THC ya se ha estudiado lo suficiente y que debido a que causa adicción lo convierte en inadecuado para la lucha contra el dolor, tal y como recogen algunos medios. Resulta ridículo afirmar una cosa así ya que todos los opiáceos causan adicción pero son el tratamiento principal y único que ahora existe contra el dolor (por no mencionar que el THC no causa adicción, que se sepa).