La guerra es una de las peores tragedias que puede atravesar una sociedad. Pero también significa un enorme negocio. Para tener un acercamiento a la dimensión de ello, en Brasil se ha elaborado una investigación para cuantificar cuánto le cuesta a su país la guerra contra las drogas, el conflicto armado internacional más sostenido de la humanidad en los últimos siglos. Según el Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía (CESec), el Distrito Federal, los estados de Bahía, Pará, Santa Catarin y las ciudades de Río de Janeiro y San Pablo, en 2023 se gastaron 7.7 mil millones de reales (1.2 mil millones de euros) para cumplir la prohibición de las sustancias.
Los datos de la investigación Drogas: cuánto cuesta prohibirlas fueron obtenidos a partir de un pedido de acceso a información pública y se estima la cantidad de dinero destinado a siete instituciones del Sistema de Justicia Penal: la Policía Civil y Militar, el Ministerio Público Defensoría Pública, el Tribunal de Justicia y los Sistema Penitenciario y Socioeducativo. Según el estudio realizado por el CESec, con la cifra de 7.7 mil millones de reales invertidos para financiar la guerra contra las drogas, se podrían haber construido 954 escuelas públicas y se mantendrían 396 Unidades de Atención de Emergencia durante un año.
Por último, el estudio revela que más del 60% del dinero se destinó en tan solo dos instituciones: la Policía Militar y el Sistema Penitenciario. La proporción de inversión es muy superior en relación a lo que se otorga para la reinserción social de los adolescentes que infringieron la ley de drogas y están recluidos en unidades penitenciarias juveniles de las ciudades más importantes de Brasil. En su conjunto, Bahía, el Distrito Federal, Pará, Río de Janeiro y San Pablo asignaron alrededor del 15% para el Sistema Socioeducativo para los jóvenes presos.
