Cuando se habla de marihuana para uso medicinal aparece de manera inmediata el cannabidiol (CBD) como la estrella principal. Sin embargo, existen muchas cuestiones que aún hay que clarificar sobre las propiedades de este cannabinoide.
Aunque sabemos que algunas de las interacciones del CBD ayudan a aumentar o disminuir el subidón de THC, la persona que se interesa por el CBD no suele ser aquella que está pendiente de colocarse. Por lo general, el cannabidiol se ve como una fuente para paliar el dolor, las nauseas u otros padecimientos que suelen identificarse con el uso de la marihuana medicinal.
Para los que lo investigan existen tres preguntas que, seguramente, sea necesario responder si queremos conocer con mayor profundidad los efectos de este cannabinoide.
¿Cuál es la dosis adecuada?
Una medicina es solo una medicina si sabemos cuál es la cantidad necesaria para que se produzca un efecto beneficiosos en el organismo. El CBD tiene un problema extra (como muchos otros productos relacionados con la marihuana? y es que este se puede consumir de múltiples maneras: fumado, vapeado, comido, con tinturas, sprays, etc. No existe una cantidad adecuada en ninguna de estas formas que uno puede encontrar de CBD… es más, no existe un estándar de CBD que pueda ser usado como patrón para tratar las dolencias.
Los datos sugieren que el CBD ayuda con ciertas dolencias, como antes apuntábamos, pero para poder crear tratamientos adecuados para, por ejemplo, la ansiedad, necesitamos saber de qué manera consumir el cannabis y cuánta cantidad por día.
Hablando de diferentes maneras de consumir el CBD, ¿Cuál es la más adecuada?
Supongamos que pudiéramos crear tratamientos para todas las maneras de consumir CBD. Aún así, necesitamos saber si existe alguna que sea más efectiva que la otra, o cuáles debemos evitar en caso de que haya alguna poco saludable. Por ejemplo, alguien con una enfermedad pulmonar no debería fumar, por tanto necesitamos saber si es efectivo vapear (y no es dañino) o consumir píldoras por vía oral. Esto significa, ni más ni menos, “¿cómo las consumimos?”. No es lo mismo tomarse dos aspirinas con un vaso de agua que frotarlas en tu frente hasta que se deshaga, ¿no? Pues debemos conocer lo mismo en el caso del CBD. ¿De que forma es más efectivo?
¿Cómo interacciona el CBD con otros componentes del cannabis?
Decíamos al principio que se sabe, no muy bien, que el cannabis interacciona con el THC para producir un subidón más fuerte o reducir su potencia. Pero no es el único componente del cannabis. ¿Qué sucede con los terpenos? ¿Y los otros cannabinoides? ¿De qué manera condiciona al CBD aquello que se conoce como “efecto séquito”?
Como se puede apreciar, aún queda mucho por descubrir y trabajar acerca de las posibilidades medicinales del CBD.