Un grupo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, ha confirmado la presencia de restos de opio en unas muestras arqueológicas que datan del siglo XIV aC. El hallazgo fue descubierto en el interior de unas vasijas de cerámica que formaban parte de una ofrenda funeraria. Se trata de una tipo de vasijas llamadas “jarras de anillo base”, cuya forma recuerda a la de una flor de opio boca abajo, y anteriormente se había especulado sobre si estas podrían haberse usado para contener opio.
Según afirman los investigadores, estas son “las primeras pruebas conocidas del uso de la droga alucinógena opio, y de las drogas psicoactivas en general, en el mundo”. Lo cierto es que no es la primera vez que se encuentra opio en hallazgos arqueológicos con restos humanos: se han encontrado restos de opio en tumbas de mayor antigüedad, como las halladas en la Cueva de los Murciélagos, en España, en donde se descubrieron un gran número de cápsulas de amapolas en una sepultura fechada en el 4200 aC, esto es, aproximadamente 2800 años antes que la fecha atribuida a los restos encontrados ahora.
Según los investigadores, todavía no se sabe si los habitantes de la región en la época de la sepultura ponían el opio como parte de las ofrendas a los muertos, para que las utilizaran en la otra vida, o si el opio era utilizado por los sacerdotes para oficiar la ceremonia. Por ahora, consideran que el hallazgo “confirma los escritos históricos y las hipótesis arqueológicas según las cuales el opio y su comercio desempeñaron un papel fundamental en las culturas de Oriente Próximo”, dice un comunicado de la universidad citado por la agencia EFE.
El opio fue hallado en tumbas de la región del Canaán, en Tel Yehud, la zona centro de Israel. “Esta es la única droga psicoactiva que se ha encontrado en el Levante [la zona mediterránea de Oriente Próximo] en la Edad de Bronce tardía", explicó la investigadora Vanessa Linares, principal autora del estudio.