Un grupo de investigadores españoles descubrieron que el cannabis puede servir para una de las enfermedades más raras del mundo y recibieron un permiso de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para continuar su estudio con pacientes clínicos. Se tratan de Elisenda Sanz, Albert Quintana y Emma Puighermanal-Puivert, científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona, que estudiaron en animales la eficacia del CBD en el tratamiento del síndrome de Leigh.
El síndrome de Leigh es un trastorno mitocondrial que se caracteriza por la degeneración progresiva del sistema nervioso central. Suele afectar a los niños, aunque esta condición de salud también puede mostrar sus primeros síntomas durante la adolescencia. En esta rara enfermedad que afecta a una cada cuarenta mil personas, en los casos menos graves los pacientes logran vivir hasta los veinte años. Por eso, el descubrimiento de los investigadores de Neuropatología Mitocondrial del Instituto de Neurociencias es sumamente trascendental.
El grupo de científicos ha combinado el uso de modelos animales de la enfermedad con células derivadas de diferentes pacientes que padecen el síndrome de Leigh. En la Universidad han comprobado que el uso de CBD es capaz de aumentar la esperanza de vida. Con esta evidencia, ahora los investigadores recibieron el permiso de la AEMPS para que no solo se incluya al cannabis como medicamento huérfano en esta enfermedad que aún no tiene tratamiento. Además, empezarán a hacer pruebas clínicas con pacientes.
Los medicamentos huérfanos son aquellos que están destinados a tratar enfermedades raras. Por lo general, las compañías farmacéuticas destinan nulos recursos al desarrollo de productos para tratar estas patologías porque no encuentran un beneficio comercial. Por eso, la aprobación de la AEMPS es un logro que puede permitir la asistencia en los protocolos o reducción de costos en el desarrollo para elaborar un producto farmacéutico.