El 30 de mayo murió Nora Cortiñas en Argentina. Tenía 94 años y no solo era una de las más reconocidas Madres de Plaza de Mayo, sino también una referente internacional en la defensa de los derechos humanos. En su país, se la conoce como la madre de todas las batallas. A pesar de su longeva edad que en los últimos tiempos le dificultaba andar a pie, ella estuvo presente en cada uno de los reclamos de los sectores más populares. Además de reclamar el paradero de su hijo Gustavo, quien fue desaparecido por los militares durante la última dictadura cívico-eclesiástica-militar, en los ’70, Norita acompañaba las movilizaciones por los derechos estudiantiles, la situación económica de los sectores más desfavorecidos y hasta el reclamo de las mujeres kurdas en huelga de hambre en las cárceles turcas. El cannabis también estuvo entre las banderas que defendió.
En 2019, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora contó en una entrevista concedida al periodista Fernando Soriano, en Infobae, que en sus últimos años había empezado a tener dolores de rodilla. “Con cuarenta años de caminar las calles los meniscos están un poco gastados. Y apareció el cannabis”, dijo Cortiñas durante el reportaje en el que se reveló por primera vez que una de las locas que andaban con pañuelos blancos en la cabeza para reclamar por sus hijos desaparecidos utilizaba los derivados de la planta para mejorar su calidad de vida.
“Yo le dije a una persona que me dolía mucho la pierna izquierda -y yo gasto más la izquierda, mi organismo trabaja con la izquierda, jaja- y me mencionó que podía hacerme bien el cannabis y no dudé. A mí la marihuana me asustó toda la vida, me asustan las drogas con los estragos que hacen con la gente adicta, pero esto era para algo medicinal, y si está comprobado…”, dijo Cortiñas, quien se convirtió en la primera socia de la Asociación Civil Acción Cannábica. Esta organización era quien asistía con los derivados de la planta a la Madre de Plaza de Mayo.
"Estoy orgullosa porque es para la salud del pueblo, y yo soy partidaria de la medicina a nivel popular, que le llegue a todo el mundo, que nadie se muera porque no recibió la atención necesaria, así que velaré para que todos los que necesitan lo puedan comprar en Argentina, y a peso argentino”, aseguró Cortiñas.
A comienzos de la semana pasada, Cortiñas fue internada en un hospital ubicado en el partido bonaerense de Morón, después de ser operada por una hernia. Si bien su estado de salud se mantenía estable, finalmente la Madre de Plaza de Mayo murió durante la tarde del jueves. Al día siguiente, miles de personas se acercaron a la Casa de la Memoria para darle un último adiós a una de las mujeres más emblemáticas en la defensa de los derechos humanos en todo el mundo. Tenía 94 años de edad y, hasta su último suspiro, estuvo buscando a su hijo Gustavo que está desaparecido desde 1977.