El estudio aplicó una metodología clásica en la ciencia de alimentos, conocida como cromatografía de gases con olfatometría, combinada con análisis de dilución aromática, a flores liofilizadas de seis cultivos suministrados por la empresa suiza Puregene AG. Además de identificar los volátiles, el equipo evaluó cuáles “mandan” realmente en nariz, asignando factores de potencia olfativa con paneles entrenados. La conclusión central es que solo una fracción pequeña de todos los volátiles explica la percepción global del olor.
Además de los terpenos conocidos (pineno, mirceno, linalool), hay pequeñas moléculas que afinan el olor, dándole -en algunos casos- notas que recuerdan a las palomitas de maíz o al pimiento verde y otras aportan tonos florales o cítricos. También aparecen compuestos de azufre responsables del clásico “skunky”. En total se identificaron 52 sustancias con impacto en el aroma. De ellas, 38 no se habían reportado antes en flores secas y 6 nunca se habían descrito en cannabis, señal de que el secado y el curado cambian la mezcla.

La planta de los múltiples aromas: desentrañando la composición odorífera de cultivos seleccionados de cáñamo.
Las implicancias son gravitantes para el mercado cannábico ya que muchas decisiones de compra se guían por el aroma y comprender su base permite orientar la selección genética hacia perfiles aromáticos deseados, mejorar la consistencia de la producción y el etiquetado. Los resultados de este estudio son coherentes con la evidencia previa que cuestiona la utilidad comercial de “índica/sativa/híbrida” y de muchos nombres de variedades, pues no siempre reflejan la química real del producto. En cambio, terpenos y familias de odorantes ofrecen una taxonomía más honesta.
El contexto científico también apunta a que la diversidad aromática se define por la interacción entre genética, cultivo y poscosecha, siendo clave integrar la caracterización química con evaluación sensorial. Este nuevo trabajo aporta precisamente ese puente metodológico y deja planteada la tarea que contribuya a elaborar estándares aromáticos útiles para regulación, comercio y educación del público.