Cóctel de sabores fresquitos que evoca a esa interminable noche de aquel verano inolvidable. Purple punch se pega al paladar como el aroma de tu amante. Debería oler a cítricos recién cosechados, con un sabor que combina lo que tendría que ser un muffin de bebida azucarada y arándanos. Te sube hasta un tono alegre y sin preocupaciones.
Purple Punch es un híbrido de procedencia desconocida, en el que se cruzan dos cepas: Larry OG y Granddaddy Purple. Dado ese rico legado de mandanga sabrosona, Purple Punch definitivamente hace honor a su nombre: potente y legendario. Como si el gran dragón púrpura se hubiese presentado en la habitación para revelarte una gran verdad.
Es una de las “púrpuras” más querida junto a otras clásicas como Purple Haze, Purple Trainwreck, Purple Skunk, Purple Dream, Sour Grape, o Grape Ape.
Si se llama “punch” es por su potencia de 20% THC, que suaviza un poquito el CBD que lleva (aunque solo es un 1% del total). Te da en el mentón y baja por la espina dorsal para crear una ola de relax y tranquilidad. Como el famoso mar de la Luna. ¿Te pega tan fuerte que te manda a la lona? Pues es posible. Así que ándate con ojo si quieres aguantar un par de rounds más en pie.
¿Sabéis eso de café, copa y puro? La típica caspa que hace referencia a que te has metido una comida de padre y muy Señor mío. Pues Purple Punch es lo que sustituye a la copa y el puro: ideal como el postre del postre después de una comida copiosa.