Blue Dream, Blue Thai, Blue OG, Pacific Blue, Blue Kush, Blue Headband, Blue Magic, Gorilla Blue… todos estos nombres tienen algo en común, son descendientes de la mítica Blueberry. ¿Qué tiene esta variedad para que el azul se convirtiese en el nuevo verde?
Como toda leyenda, sus orígenes se encuentran ocultos entre el humo de las exageraciones y las medias verdades. Creemos saber que la Blueberry fue cultivada por el famoso DJ Short después de volver a los EE.UU. tras un viaje por Asia. Traía semillas de un sabor hasta ese momento desconocido en su país. Venía con el material de los sueños en los bolsillos pero aún no lo sabía.
Se cree que es una descendiente de una Thai landrace, concretamente una variedad de la Purple Thai. Otros dicen que viene de una Afghani. Nadie lo sabía.
No fue hasta que en 2017 JD Short, hijo de DJ Short (sí, no es broma), concedió un a entrevista donde aclaraba qué es la Blueberry: una mezcla de cuatro variedades.
"Es Thai, Chocolate Thai, Afghan, y Oaxacan”, comentó Short hijo. "Esas fueron las cuatro cepas con las que comenzó DJ. Todas sus cepas comenzaron con esa genética".
"Cuando salió por primera vez, lo que hizo fue que había estabilizado el color púrpura, con bayas y frutas", continuó JD. "Gran parte de la weed que existía en ese momento era yerba especiada, o era el afgano... DJ vino con estas cosas que eran bayas y moreras, y simplemente voló las mentes de las personas”.
La Blueberry pilla su color entre el azul y el púrpura de la antocianina, una molécula que se hace visible cuando no queda clorofila en los cogollos. Pero esta molécula no es la que produce ni el olor ni el sabor. La culpa habría que echársela a los terpenos mirceno, cariofileno y al pineno. Las esencias florares con la mezcla de pineno y mirceno son las que le dan la calidad a la obra de arte de la Blueberry.
Por tanto, cada vez que veas que hay una variedad “Blue” es bastante, bastante, probable que sea descendiente de la mítica Blueberry.