Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Colorado ha calculado la huella de carbono aproximada que producen los cultivos de cannabis en interior. Los investigadores han realizado el estudio en base a distintas regiones de EE UU y afirman que la cantidad de CO2 producido puede variar sustancialmente dependiendo de dónde se cultive el cannabis, por las diferencias climáticas y la cantidad de emisiones de la red eléctrica.
El cálculo que ha arrojado el estudio es que en Estados Unidos por cada kilo de cogollos secos producidos en cultivos de interior se emiten entre 2200 y 5100 kilos de CO2. Para tener una referencia: la actual normativa europea sobre emisiones de CO2 para nuevos vehículos obliga a los fabricantes a que los vehículos de media no superen los 95 gramos de CO2 por kilómetro. Esto es, por un viaje de 1000 kilómetros los vehículos no pueden superar la emisión de 95 kilos de Co2.
Los investigadores se sorprendieron al descubrir que la electricidad no es la única gran causa de emisiones, sino que los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado de los cultivos tenían la mayor demanda de energía. Es por esto que la cantidad de CO2 emitido fluctúa según el clima, por ejemplo, en Florida se requiere una mayor deshumidificación de los cultivos, mientras que en Colorado la calefacción es más importante.
Según la nota de prensa de estudio, un informe de 2018 elaborado por New Frontier Data calculó las emisiones de CO2 producidas por los cultivos de cannabis en exterior y en invernaderos. El informe calculó que el cultivo al aire libre produce 22,7 kilos de CO2 por kilo y 326,6 kilos de CO2 si se trata de un cultivo en invernaderos. Aunque es un informe que puede servir de referencia, en él solo se midió el consumo de electricidad, resultando en un cálculo menos exhaustivo que el realizado en el nuevo estudio.