Este artículo responde a una cuestión que me plantea un lector y que me parece interesante compartir con todos vosotros. Álex vive de alquiler en un pequeño piso de Valencia junto a su hermano Carlos. Ambos son grandes aficionados al cannabis y lo consumen en todas sus formas: fuman flores, hachís y extractos que elaboran ellos mismos, por lo que necesitan una cantidad considerable para cubrir su autoconsumo anual. Aunque los dos trabajan, sus ingresos son bastante limitados, como los de casi todos los jóvenes hoy en día; entre el alquiler y los gastos fijos, apenas les queda dinero para comprar cogollos en el club del que son socios.
Hace tres años, cuando se independizaron de sus padres y se fueron a vivir al piso, empezaron a cultivar en el balcón. Pero solo les caben cuatro o cinco plantas de tamaño pequeño o mediano, que no suelen proporcionarles una cosecha muy grande. Por lo general, lo que cosechan en octubre suele durar escasamente hasta después de las Navidades. El año pasado se decidieron a montar un armario de cultivo de interior, pero el piso es muy pequeño y apenas tienen espacio disponible; solo han conseguido colocar un armario de cultivo de un metro cuadrado en una especie de galería que tiene la cocina. El espacio es bastante discreto cuando viene gente a visitarlos y, como han tapado con cortinas las ventanas de la galería, los vecinos tampoco ven el armario. El problema es que solo pueden utilizarlo en invierno, porque en verano el sol recalienta tanto la galería que no consiguen mantener las plantas a la temperatura correcta.
"El armario de cultivo de interior solo se utiliza durante ocho meses al año, entre octubre y mediados de mayo"
Suelen sembrar dos cosechas de interior al año. Germinan la primera a mediados de septiembre y la cosechan a mediados de diciembre, lo que les permite tener todos los cogollos secos y guardados antes de las vacaciones de Navidad, cuando se van a visitar a sus padres a la pequeña ciudad en la que viven. La segunda cosecha de interior la germinan a mediados de enero y la cosechan a mediados de abril. Si moderan su consumo, fuman principalmente flores y se administran bien las reservas, con cada una de estas cosechas tienen suficiente cannabis para cerca de tres meses de consumo de ambos. Entre la cosecha de exterior y las dos de interior, suelen cubrir el consumo de los dos durante unos ocho meses cada año, pero necesitan recurrir al club de consumidores durante todo el verano, más o menos desde julio hasta octubre. Generalmente, utilizan las hojas que recortan al manicurar las plantas para hacer algo de hachís y, algunas veces, dedican los cogollos más pequeños y menos atractivos para producir un poco de BHO, aunque no lo hacen muy a menudo porque consumen demasiado material y se les acaba antes la cosecha.
Álex me plantea su problema y me pide consejos para solucionarlo preguntándome cómo podría aumentar la productividad anual teniendo en cuenta sus limitaciones de espacio. Les gustaría poder producir lo suficiente para cubrir todo su consumo anual y, si fuera posible, que les sobrara para elaborar algo de BHO en cada cosecha. Después de pensarlo bien y analizar las distintas opciones, llego a la conclusión de que Álex y Carlos podrían hacer algunas cosechas más cada año sin demasiadas complicaciones. Con algo de planificación, el número de cosechas anuales puede llegar a siete y el único equipo extra necesario sería una pequeña lámpara de cultivo para germinar y crecer plantas durante las primeras semanas. No hace falta que sea una lámpara muy potente ni muy cara, nuestra recomendación para Álex es que busque una lámpara de fluorescentes T5 de unos 100 W o una lámpara de ledes de 50 a 75 W con la que montar un pequeño armario de crecimiento. Con cualquiera de estas luminarias se puede iluminar bien una superficie de entre 0,25 y 0,33 m2. Según la forma y el tamaño de la lámpara, la zona iluminada puede ser de 40x60 cm, 50x50 cm, 60x60 cm, etc., un espacio muy pequeño que no es difícil ocultar dentro de un pequeño armario de cocina, una estantería profunda o algo similar, ni siquiera necesita mucha altura, pues este tipo de lámparas pueden colocarse muy cerca de las plantas. Álex tendrá que encontrar un lugar para la lámpara, pero los beneficios sin duda le compensarán. Esta luz será más que suficiente para germinar y crecer las plantas durante tres o cuatro semanas, en función del tamaño de maceta utilizado. Las macetas más adecuadas son aquellas altas y estrechas, puesto que permiten poner más en menos superficie. Personalmente, me gustan las de dos litros y 11x11 cm o un tamaño similar, de las que podrá poner entre veinte y treinta sin mayor problema.
Las cosechas a realizar cada año son las siguientes:
- Cosecha de pleno invierno en interior de enero a mediados de marzo. Si queremos ganar tiempo, podemos germinar las semillas un par de semanas antes bajo la lámpara de crecimiento para meterlas en el armario un poco crecidas.
- Cosecha interior/exterior, siembra en interior en febrero, crecimiento en interior hasta mediados de marzo, momento en que sacamos las plantas fuera para que florezcan. Cosecha a mediados de mayo.
- Segunda cosecha de interior con la otra mitad de las plantas germinadas en febrero en el armario de crecimiento; las florecemos entre mediados de marzo y mediados de mayo.
- Cosecha exterior de autoflorecientes de abril a junio.
- Cosecha exterior de no autoflorecientes de junio a octubre.
- Cosecha exterior de sativas puras no autoflorecientes de agosto a noviembre.
- Tercera cosecha de interior, germinación y crecimiento en el armario pequeño desde mediados de septiembre y floración en el armario grande de mediados de octubre a mediados de diciembre.
Cosechas de interior
"Con la planificación adecuada, es posible hacer tres cosechas completas de exterior al año"
El armario de cultivo de interior solo se utiliza durante ocho meses al año, entre octubre y mediados de mayo, cuando las temperaturas exteriores no son muy altas, lo que permite cultivar en interior sin necesidad de usar aire acondicionado. En esos ocho meses, Álex realizará tres cosechas completas de interior.
La primera la pondrá a germinar en enero, en cuanto regrese de las vacaciones de Navidad. Las plantas se mantendrán bajo el fotoperiodo 18/6 de crecimiento durante un mes aproximadamente y cambiará al fotoperiodo 12/12 de floración hacia el 10 de febrero. Le he aconsejado que utilice variedades que no tarden más de dos meses en florecer, por lo que podrá cosecharlas hacia el 10 de marzo.
Tras la cosecha, toca limpiar a fondo el armario y comenzar inmediatamente la segunda cosecha de interior. Puede empezar de cero, germinando las semillas directamente en el armario, o podría haber germinado en el armario de crecimiento un mes antes, junto con las plantas de la cosecha interior/exterior. Esta segunda opción le permite ganar tiempo en la segunda cosecha de interior, ya que las plantas entrarían ya bastante crecidas y, tras un trasplante a las macetas definitivas, bastaría con una semana para que se adaptaran antes de ponerlas a floración. Estas tres semanas de ahorro de tiempo de crecimiento permitirían cambiar al fotoperiodo de floración hacia el 20 de marzo y cosechar sobre el 20 de mayo. Si no fuera así y todo el crecimiento se tuviera que hacer en el armario de un metro cuadrado, las plantas no estarían listas para la cosecha hasta el 10 de junio, por lo que es probable que las temperaturas al final de la floración fueran un poco excesivas.
Tras cosechar, se limpia a fondo el armario y se apaga durante el verano para no tener que lidiar con las altas temperaturas. A mediados de septiembre es hora de comenzar con la tercera cosecha de interior. Se puede hacer todo directamente en el armario grande o bien realizar la germinación y las primeras semanas en el armario pequeño de crecimiento y trasplantar y trasladar las plantas al grande hacia el 7 de octubre. Tras una semana en el armario grande, el 15 de octubre se pasan al fotoperiodo 12/12 de floración. Dos meses después, hacia el 15 de diciembre, las plantas habrán madurado y estarán listas para cosechar, manicurar y secar. No hay que olvidar limpiar a fondo el armario y dejarlo listo para empezar de nuevo tras las vacaciones de Navidad. Como vemos, con la sola ayuda de una pequeña lámpara de crecimiento hemos logrado pasar de dos a tres cosechas en interior. Veamos qué más se puede hacer.
Cosecha interior/exterior
Esta cosecha puede salir mejor o peor dependiendo del clima que haga cada año. Los cogollos no suelen ser tan densos ni gruesos pero, por lo general, el sabor y el olor suelen ser magníficos. Si hace calorcito, la cosecha será bastante buena pero, aunque el tiempo sea frío, siempre sacaremos algo de material adecuado para hacer hachís o BHO. Las plantas se germinan y crecen en interior durante cuatro a seis semanas, desde principios o mediados de febrero hasta mediados de marzo, momento en que se sacan al exterior para que florezcan con el fotoperiodo de primavera, que es muy similar al del otoño y permite una floración natural. Sobre todo en marzo, cuando es normal que haga más frío, puede ser buena idea cubrir las plantas por la noche con un plástico a modo de invernadero para mantenerlas más calientes. También es recomendables aislarlas del frío suelo colocándolas sobre un corcho o cualquier otro material aislante.
El crecimiento de la segunda cosecha de interior y la cosecha interior/exterior se hace a la vez en el armario de crecimiento, por lo que hay que calcular bien el tamaño de las macetas para que quepan tantas plantas como sea necesario.
Cosechas de exterior
Con la planificación adecuada es posible hacer tres cosechas completas de exterior en el año. La primera, con semillas autoflorecientes, desde abril hasta junio. Las plantas tienen que compartir espacio durante algunas semanas con la cosecha de interior/exterior, pero no debería ser muy problemático, ya que no crecen tanto (ni las unas ni las otras) como en una cosecha normal de exterior.
La segunda cosecha corresponde a la plantación normal de exterior, aunque empezando más tarde de lo habitual. Germinaremos en junio, nada más cosechar las autoflorecientes o incluso una o dos semanas antes, ya que colocándolas delante no deberían tener problema en ir creciendo, puesto que al principio no necesitan tanta luz ni ocupan tanto espacio. Lo bueno de germinar en junio es que el tiempo es tan cálido que las plantas crecen a una gran velocidad. Si hemos escogido variedades de maduración rápida, estarán listas para la cosecha a finales de septiembre.
La tercera cosecha de exterior se debe realizar con variedades sativas de maduración tardía que, sembradas a mediados de agosto, crecerán delante de las plantas de la segunda cosecha pero no les harán excesiva sombra, pues las sativas son de hoja fina. Empezarán a florecer poco antes de que cosechemos las otras y ocuparán el espacio que estas dejen libre. La floración se prolongará hasta el mes de noviembre y, aunque la producción y la calidad dependerán bastante del clima que haya, si no dan muy buenos cogollos al menos producirán material adecuado para hacer hachís o BHO.
Conclusión
Este sistema de cosechas múltiples da más trabajo y hay que afinarlo bien escogiendo las variedades adecuadas para que se cumplan los tiempos, pero puede ayudar a Álex a duplicar la producción anual de cannabis en su limitado espacio. Espero que el ejemplo os sirva a todos para aplicarlo a vuestras circunstancias.