El cannabis es una planta fantástica con una gran resistencia y capacidad de desarrollo en condiciones muy diversas. Se pueden cultivar grandes plantas de tres o cuatro metros de altura o pequeñas matitas de apenas cincuenta centímetros. Hay cultivos de éxito en balcones, huertos, azoteas, terrazas y hasta alféizares de ventana. Escogiendo la variedad adecuada para el lugar disponible, cualquiera puede cultivar cannabis en un clima tan favorable como el nuestro.
¿Cómo es el espacio?
Cuanto más grande y soleado, mejor. Si reciben sol directo durante todo el día, el desarrollo será mayor y la calidad de los cogollos, máxima. El espacio necesario para cubrir las necesidades anuales de cannabis depende, claro está, de cuanto se consuma. Incluso siendo un cultivador principiante, con un poco de cuidado y atención, no es demasiado difícil obtener al menos cien gramos de cogollos por cada metro cuadrado destinado al cultivo, aunque es posible cosechar bastante más si se planta directamente en el suelo o se hace más de una cosecha al año, combinando, por ejemplo, una cosecha de autoflorecientes con otras de plantas fotodependientes.
Huerto o jardín
Las casas con huerto o jardín son el ideal del cultivador. No sólo tienen bastante espacio disponible, también tierra para cultivar directamente en el suelo. Siempre que el lugar no sea visible desde la calle y las plantas permanezcan ocultas a los ojos de los extraños, las condiciones son óptimas para lograr una buena producción capaz de cubrir nuestras necesidades durante todo el año. Las plantas que crecen en el suelo desarrollan grandes sistemas de raíces que les permiten buscar su propia agua y alimento por lo que son mucho más independientes de los cuidados del cultivador, que se puede limitar a regar y aplicar algo de abono de vez en cuando. Una de las mayores ventajas del cultivo en el suelo es la gran productividad de las plantas, no es infrecuente cosechar varios cientos de gramos de cogollos de una sola planta.
No es difícil obtener cien gramos de cogollos por cada metro cuadrado destinado al cultivo
El cultivo de variedades automáticas en el suelo les permite alcanzar mayor tamaño y producción que cuando se siembran en macetas pero, aún así, se pueden ocultar fácilmente sembrándolas detrás de un seto o entre otras plantas pues su tamaño nunca es enorme, no suelen superar el metro de altura. En cambio, con las variedades fotodependientes, la siembra en el suelo a veces da lugar a matas enormes, de tres metros de altura o más, que resultan muy difíciles de ocultar. Es recomendable podar las puntas de las plantas en crecimiento para potenciar la ramificación y evitar que cojan tanta altura. Hay cultivadores que optan por doblar y atar las ramas para mantenerlas bajas, con buenos resultados.
En general, escoge variedades que maduren antes de que llegue el mal tiempo y la lluvia a tu región. Una vez empiezan las tormentas otoñales la alta humedad provoca la aparición de hongos en los cogollos y obliga a cosechar las plantas para no perderlas independientemente de su grado de maduración. Si quieres poner alguna variedad de maduración tardía plántala en maceta para poder resguardarla de la lluvia poniéndola a cubierto los días de tormenta.