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El olor psicoactivo: los terpenos de la resina

Cada pequeña glándula de resina es una fábrica de terpenos y cannabinoides.
Cada pequeña glándula de resina es una fábrica de terpenos y cannabinoides.

Los terpenos son moléculas aromáticas que se encuentran, al igual que los cannabinoides, en la resina de la marihuana. Son unos grandes desconocidos cuyos secretos aún no han sido completamente desvelados, pero ya sabemos que son los responsables del agradable aroma de la marihuana y que juegan un papel importante en el efecto psicoactivo de las plantas. Aprende a cuidarlos, potenciar su producción y conservación, y obtendrás cogollos mucho más aromáticos.

¿Qué son los terpenos?

Después de los cannabinoides, los terpenos son los compuestos más abundantes en el cannabis y pueden llegar a constituir el diez por ciento de la resina. Tanto los cannabinoides como los terpenos se sintetizan en las glándulas de resina. Los terpenos están formados por una o más moléculas de isopreno, un tipo de hidrocarburo. Los monoterpenos tienen una sola molécula y son los más volátiles. Los sesquiterpenos tienen varias moléculas y son más grandes y pesados, menos volátiles.

Los terpenos son una familia de moléculas aromáticas presentes en multitud de plantas. En la resina del cannabis, junto a los cannabinoides, se han hallado más de un centenar de terpenos distintos, que son los responsables del olor de la marihuana. Pese a lo que se pudiera pensar, los cannabinoides no huelen y el aroma del cannabis viene dado por sus terpenos. Tan esenciales son los terpenos en el olor cannábico, que los perros policía entrenados para detectar cannabis, en realidad, lo que detectan es un terpeno, el óxido de cariofileno.

Los terpenos no solo huelen, también provocan efectos en el consumidor. De hecho, se piensa que las enormes diferencias que se encuentran entre las distintas variedades de cannabis se deben en buena parte a los distintos terpenos que contienen. Esta es la razón de que dos variedades con concentraciones muy similares de cannabinoides puedan tener efectos psicoactivos muy diferentes. La investigación sobre los terpenos ha abierto un nuevo campo de conocimiento que todavía no está muy desarrollado. Aunque se conoce mucho más que hace unos años, todavía quedan numerosos interrogantes sobre el modo en que interactúan los efectos de los terpenos y los cannabinoides.

De todas las moléculas presentes en la resina del cannabis, el tetrahidrocannabinol o THC es, sin duda, el principal psicoactivo. El THC puro provoca ansiedad en muchos usuarios, pero este efecto no se da cuando se consumen cogollos que, además del THC, contienen otros cannabinoides y terpenos. Por esto los usuarios prefieren casi siempre consumir cogollos o extractos completos que contengan toda la resina al THC puro.

Otros cannabinoides como CBN, CBD, THCV, etc. también contribuyen notablemente al efecto total, pero no acaban de explicar claramente las enormes diferencias entre los efectos de unas y otras variedades. Hay variedades índicas muy narcóticas, que nos dejan tan relajados que casi no podemos ni levantarnos del sofá, que contienen prácticamente las mismas proporciones de cannabinoides que otras variedades sativas cuyos efectos son mucho más estimulantes.

Utilidad de los terpenos

"Hay terpenos que provocan directamente efectos sobre el ánimo, como el limoneno, que es antidepresivo"

Las plantas usan los terpenos por distintos motivos: para repeler a las plagas, atraer polinizadores, protegerse de los hongos o ser poco atractivas para los herbívoros. Una de las funciones más llamativas que tienen los terpenos en el cannabis es refrigerar la planta para que soporte mejor las altas temperaturas. La evaporación de los terpenos más volátiles crea corrientes de aire en torno a la planta que favorecen su enfriamiento y reducen la transpiración.

Los terpenos son muy numerosos y, la mayoría de ellos, no son exclusivos de una sola especie vegetal y se pueden encontrar en muchas plantas distintas. Por esta razón encontramos notas de aromas conocidos en los cogollos o en una copa de vino. Cuando una variedad de marihuana huele a piña es porque contiene un terpeno que tiene ese aroma y que también está presente en la fruta. Nuestra capacidad olfativa es mucho más sensible que la gustativa, hasta diez mil veces más, pero no somos plenamente conscientes porque nuestra cultura y civilización se basa mucho más en el sentido de la vista o el oído que en el gusto. La mayoría de nosotros tenemos verdaderos problemas para hablar de olores; sin embargo, una nariz entrenada encuentra y reconoce muchas más notas de olor que le recuerdan a otros elementos y puede describir un olor basándose en estas semejanzas.

Los terpenos concretos presentes en una variedad y la concentración relativa de cada uno dependen principalmente de la genética de la planta. Digamos que en su ADN se encuentra la receta de su resina. Pero la cantidad total de terpenos con relación al peso de la planta depende mucho más de las condiciones de cultivo. No está claro qué función cumplen los terpenos en el cannabis. Algunos parecen tener un papel en la síntesis del THC y otros cannabinoides. De hecho, los cannabinoides son terpenofenoles, es decir, combinan elementos de dos grades familias químicas: los terpenos y los fenoles.

La combinación de terpenos que da su olor particular a una variedad se podría considerar como su huella dactilar aromática. Ciertos terpenos se encuentran siempre en la resina de cannabis, como pineno, mirceno o cariofileno, pero otros son específicos de ciertas variedades. Algunos terpenos pueden encontrarse en grandes cantidades; a veces, hasta el ochenta por ciento de la cantidad total de terpenos corresponde a uno solo, mientras que otros se encuentran en cantidades diminutas.

El efecto psicoactivo

Los terpenos pueden tener efectos farmacológicos. De hecho, muchos los tienen, y algunos son muy potentes, incluso en cantidades muy pequeñas. Algunos terpenos presentes en la resina pueden modificar, a través de distintos mecanismos, el efecto de los cannabinoides. Por ejemplo, algunos se ligan a los mismos receptores cerebrales que los cannabinoides y probablemente alteran el efecto provocado. Otros afectan a la barrera hematoencefálica, permitiendo o impidiendo la penetración de los distintos cannabinoides en el cerebro.

Hay terpenos que provocan directamente efectos sobre el ánimo, como el limoneno, que es antidepresivo, o el linalol, que tiene un efecto sedante. Hay terpenos que afectan de distintos modos a la serotonina y la dopamina, los dos neurotransmisores cerebrales más ligados al estado de ánimo. El pulegono, por su parte, parece reducir los efectos del THC sobre la memoria, de manera que consumiendo variedades ricas en este terpeno se nos olvidarían menos las cosas cuando estamos colocados.

Trucos para potenciar la producción de terpenos

"Uno de los mejores trucos para aumentar la cantidad de terpenos en los cogollos es reducir la temperatura de secado"

La regla básica es que cuantos más terpenos tengan los cogollos, mejor. Más terpenos significa más olor, mejor olor, más potencia psicoactiva y más peso. No hay inconvenientes en los terpenos, todo son ventajas. El problema es que, por su naturaleza aromática, son moléculas que tienden a evaporarse con facilidad. Para oler algo, las moléculas tienen que estar en el aire, solo así son capaces de entrar en nuestra nariz y llegar a los receptores olfativos. Si las plantas viven en un clima muy seco y caluroso, siempre se perderán más terpenos que si el clima en más fresco y húmedo, pues la evaporación será mayor cuanto más calor y sequedad ambiental haya. Por otro lado, para que la producción de resina sea máxima, las plantas necesitan luz y calor, lo que acelera su metabolismo. Por tanto, podemos decir que el punto óptimo es aquel en que las plantas se encuentran lo más cerca de su temperatura óptima de desarrollo (22-26 ºC), con una humedad de alrededor del cincuenta o sesenta por ciento y sin demasiado viento, que también contribuye a la evaporación de los terpenos.

Tradicionalmente, los abonos orgánicos tienen fama de producir plantas más aromáticas y con mejor sabor, así como las plantas cultivadas en el suelo frente a las que crecen en macetas. Es probable que el acceso a un mayor número de sustancias y fitohormonas, sobre todo provenientes de los microorganismos que viven en los sustratos abonados orgánicamente, tenga mucho que ver con este resultado.

En cultivos de interior, sobre todo en verano, es bastante habitual que las plantas vivan con temperaturas muy extremas, especialmente los cogollos más cercanos a la lámpara. El exceso de luz y temperatura, unido a la sequedad extrema que se da en las proximidades de una bombilla de alta presión, favorece enormemente la evaporación de los terpenos y da como resultado cogollos potentes en cannabinoides pero sin aroma ni personalidad.

Conservación de terpenos tras la cosecha

Cuando los terpenos se evaporan van abandonando la resina. Con el tiempo, en un cogollo seco todos los terpenos acaban por evaporarse completamente y el aroma desaparece. La volatilidad de un compuesto es la facilidad con que se evapora. Los terpenos más volátiles se evaporan a temperatura ambiente y con mucha facilidad, mientras que los menos volátiles necesitan temperaturas más altas y no suelen notarse hasta que se fuma el cogollo y la resina es sometida a altas temperaturas. La razón por la que los cogollos de las plantas vivas huelen diferente de cuando están secos es precisamente a causa de los terpenos más volátiles que sí están presentes en las plantas vivas pero que se evaporan y desaparecen durante el secado, dejando que se perciban los terpenos menos volátiles, que siempre habían estado ahí pero que no se notaban porque los tapaban los terpenos de mayor volatilidad.

Uno de los mejores trucos para aumentar la cantidad de terpenos en los cogollos secos es reducir la temperatura de secado. Es mucho mejor secar a 15-20 ºC que a 30-35 ºC, siempre que se mantenga la humedad baja. Poca temperatura y mucha humedad es una muy mala combinación, porque el secado es tan lento que no es raro que aparezcan hongos en los cogollos. Sin embargo, si el clima es seco, la temperatura baja no es ningún problema y los cogollos conservarán un aroma mucho más fresco e intenso. El secadero debe estar bien ventilado, para que no se acumule la humedad, y para ello es común poner un ventilador pero conviene hacerlo de tal modo que no sople directamente sobre las plantas, pues aumenta la evaporación de los terpenos.

No quiero engañar a nadie, con el secado a baja temperatura es más fácil que aparezcan hongos en los cogollos, por eso hay que vigilar muy de cerca la evolución de las plantas para detectar cualquier infección lo antes posible. Si en algún momento encontramos hongos, lo mejor es subir la temperatura, aumentar la ventilación y acelerar el secado al máximo aunque perdamos terpenos. Más vale que el aroma sea algo más débil que quedarnos sin cogollos.

 

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #269

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