El que fuese compañero de Paredes en el Colo Colo, Sebastián Toro, llevó al vestuario unas zapatillas decoradas con motivos de la marihuana. Eran unas zapatillas diseñadas para dar ese “estilo marihuana” que se puede ver en muchos productos. Te puede gustar o no, pero, amigos, el cannabis vende también por estética.
El caso es que a Paredes no le gustó demasiado este asunto. Según Toro, consideraba que al ser un personaje público podría traerle problemas tanto al propio Toro como al club.
“Me compré unas zapatillas con plantas de marihuana. No estoy ni en contra, ni a favor, no me interesa, no es un tema que me afecte a mí. Me llevo muy bien con Esteban, pero me hueveó. Me decía «no ocupis esas hueas que das una mala imagen»”, dijo Toro. “La segunda o tercera vez que las llevo, me las quemó. Entro al camarín y de repente hay algo incendiándose y eran las zapatillas. Me dice ‘ponte esas’ y me pasa otras”, agregó.
En efecto, Paredes va y le quema las zapatillas porque le vino bien en gana. Como uno se puede esperar, Toro se recalentó bastante por esta situación, no es de extrañar, le quemaron sus zapatillas que para él eran relindas y todo por el capricho de su amigo Paredes.
“Le digo ‘me gustaban a mí, son cómodas’. No ‘no podis andar con esas’. Fue muy buena (la anécdota), en el momento yo enojado con el Esteban y me dice ‘pero si es por tu bien’”, señaló.
Parece que luego no se lo tuvo mucho en cuenta y que siguió saliendo con Paredes. Sin embargo, que destaque una situación tan descabellada como esta. Fruto de una mente cuadrada, diríamos, dice bastante de cómo pudieron haber sido las cosas en realidad entre Paredes y Toro.